La edición 298 de la feria de Tlaltenango está lista para comenzar el 31 de agosto y concluir el 9 de septiembre; la avenida Zapata quedará cerrada el jueves 30 de agosto a las 24:00 horas, informó el ayudante del poblado, Alfredo Rodríguez Sanciprian. Como ya es costumbre, para esta edición 2018 no habrá venta de alcohol o "micheladas", incluso se buscará agregar una mayor cantidad de eventos culturales en los 10 días que dure la celebración en honor de la Virgen de la Natividad o de los Milagros.
El tramo de la avenida que inicia con el entronque de los columpios y llega hasta la glorieta Tlaltenango consta de 200 metros y tiene los colores y números marcados. En tanto, trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) hacen los últimos ajustes y refuerzan los cables que suministrarán de energía eléctrica los focos de los puestos comerciales y de aquéllos que se encuentran al interior del estacionamiento de la iglesia. Por otro lado, ya comienzan a llegar los puestos de pan que ponen a la venta los sabores tradicionales: nuez y natural.
La iglesia luce limpia, con su color rojo y crema; la parcial pulcritud se esparce a los espacios adicionales, como la cancha de la escuela primaria que se ubica a un costado; el parque Tlaltenango también luce limpio, y éste será la sede de la mayor parte de los eventos culturales.
Aunque la tradicional feria tendrá una duración de 10 días, desde hace dos meses empezaron los preparativos. El primer día de feria, el 31 de agosto, las actividades inician con el recibimiento de las peregrinaciones.
Aunado a las concentraciones religiosas y a la parte legal, también se ha trabajado de manera incesante y por eso las dependencias municipales y estatales encargadas de la seguridad informaron que están en la mejor disposición a contribuir tanto con la vialidad, así como con el cuidado de los visitantes nacionales y extranjeros.
La celebración en honor de la imagen de la Virgen de los Milagros es una feria sin la venta y el consumo de alcohol desde 1975, por lo tanto este año tampoco hubo autorización para puestos de “micheladas” o bebidas embriagantes e incluso en las tiendas que están en la periferia y dentro de la misma feria no se venderá cerveza pues el evento es totalmente tradicional.
Las tandas culturales comenzarán desde el 2 de septiembre y se prologarán hasta el 9 de septiembre, para lo que se ha planeado eventos de esa índole, así como un homenaje al sacerdote Baltasar que tendrá lugar el 6 de septiembre a través de una exposición fotográfica en el parque Tlaltenango. En todos los días de la feria habrá brinco de chinelo, de las 18:00 a las 20:00 horas para la gente que gusta de este baile.
Para la edición del 2018, Rodríguez Sanciprian expresó que se está fortaleciendo la parte cultural, con la intervención de la Casa de la cultura, por medio de una exposición fotográfica, una obra de teatro, entre otras actividades.
Como es costumbre, se espera que lleguen a la feria 650 expositores que ocupan mil 100 espacios. Alfredo Rodríguez aclaró que con la organización del evento no se busca el lucro, pues explicó que mientras en otros lados los espacios para los comercios valen de 25 a 30 mil pesos en el caso de Tlaltenango no ya que los lugares se ocupan si se cubre una cooperación de 800 a mil 200 pesos. "Es un vínculo distinto el que tiene esta feria con la gente, la mayoría de los comerciantes acuden anualmente desde hace más de 50 años, porque incluso los vendedores antes de instalar sus puestos entran a la iglesia y dan gracias por haber regresado”.
Por ser una feria de enorme relevancia, además de la gente de los 12 pueblos hay gente que acude del Estado de México, Puebla, Guerrero, Tlaxcala, Ciudad de México, y todos contribuyen a su organización.
Aparte, el ayudante del poblado pidió a la población que tenga paciencia durante los 10 días que dure el evento y subrayó que se hace todo lo posible para no afectar demasiado la vialidad; “pedimos su apoyo y comprensión para transitar de manera ordenada", refirió.
Para un mayor orden, elementos policíacos realizan rondines y otro grupo de oficiales está acuartelado en la Ayudantía; además, hay 65 personas que, distinguidas con playera y una identificación, trabajan de manera incansable en la realización del evento y auxilian a los 250 mil visitantes que asistirán a la feria.
Aunque de forma irónica muchas personas la conocen como la feria de la lluvia, porque las precipitaciones arrecian en esos días, Alfredo Rodríguez explicó que sí se presentará la quema del castillo, para el 8 de septiembre, pero solamente es iluminación, porque ya no se usan los llamados chilladores, buscapiés o cohetones.