El debate entre los aspirantes a la presidencia de la República, no debe convertirse en una "lavandería" de chismes y descalificaciones entre unos y otros, sino debe ser la oportunidad para presentar un proyecto de nación y la plataforma ideológica que cada uno tiene para convencer a los ciudadanos a que voten el próximo 01 de julio, dijo el padre Luis Millán, Vicario de la Diócesis de Cuernavaca.
En entrevista con El Sol de Cuernavaca, refirió que la iglesia ve este debate como una oportunidad para expresar proyectos y evitar acusaciones entre unos y otros en las que se consume el tiempo.
El llamado para este debate es a ejercer ese derecho a la comunicación con responsabilidad, es decir, que no se generen expectativas que ya de ante mano son imposibles de llevar a cabo.
Porque para gobernar se necesita más que la lengua, se necesita el trabajo duro y ser un buen pastor
