Llaman a regularizar minería bajo tierra

La minería siempre ha sido considerada como una actividad importante por los ingresos económicos que genera

Susana Paredes

  · martes 24 de julio de 2018

Ante la caravana que se realizó el domingo pasado en la entidad, en contra de las concesiones mineras en el país y en Morelos, el secretario de Desarrollo Sustentable Estatal, Topiltzin Contreras MacBeath, destacó que dichas concesiones son otorgadas por la Secretaría de Economía federal, donde les brindan los derechos para la explotación de materiales de diferentes tipos como pétreos, de construcción o metales preciosos como oro y plata.

Señaló que las minas a tajo abierto deberían ser prohibidas, mientras que las minerías bajo tierra deben ser regularizadas para que puedan ser, hasta cierto punto, menos impactantes al medio ambiente y a todos los seres vivos, "toda la minería tiene que ser muy bien consolada y regulada", señaló.

El secretario expresó que la minería siempre ha sido considerada como una actividad importante por los ingresos económicos que genera, sin embargo, es claro que esta actividad genera terribles impactos ambientales y especialmente en la salud de los habitantes que viven cerca de las extracciones.

Asimismo, considera que las minas a cielo abierto son las más dañinas, al diluir y destruir la caliza en unas piletas de cianuro para obtener aglutinar y extraer el oro y plata como sucede en el cerro del Jumil en Xochicalco, donde se saca por cada tonelada de material medio gramo de estos materiales precioso.

Lo que haces es destruir todo el cerro. No hablemos de que destruyes la vegetación, porque por supuesto se deforesta todo, además de que rompes con el paisaje porque lo que era un cerro lo vuelves un hoyo

Recordó que por estas terribles afectaciones y el excesivo uso de agua, así como el impacto que tendría en el funcionamiento del aeropuerto "Mariano Matamoros", hicieron una solicitud y pidieron en 2013 a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que no autorizara la explotación del cerro del Jumil por parte de la empresa canadiense Alamos Gold, antes Esperanza Silver, ya que con anterioridad habían obtenido el permiso para la exploración donde encontraron que sí existía oro y plata, la cual les fue rechazada.