En México, el costo por cada vacuna aplicada a la población es de dos mil pesos, pero se considera bajo, ya que prevenir es mejor pues en países como Estados Unidos y de Europa gastan millones de pesos en controlar brote, aseguró Brenda Valderrama Blanco, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, ante los grupos que se oponen a vacunar a sus hijos.
Dijo que, si bien no se puede tener a toda la población vacunada por varias razones, mientras se cuente con un nivel de vacuna por arriba de 99 por ciento, las personas aisladas y vulnerables están protegidas por todos los demás, es decir su esfera inmediata, familia, vecinos, amistades.
Si llegara a haber un caso como ha sucedido en México que se han importado casos de sarampión de Estados Unidos, llega el enfermo, pero como todos los compañeros de la escuela estaban vacunados, y a la vez sus primos, hermanos y parientes no se genera una epidemia, sino un foco de infección bastante controlable
Destacó que México desde hace años cuenta con una buena política pública, lo que ha hecho que desde hace al menos 30 años no tengamos un brote fuerte, ya que enfermedades como la poliomielitis ha sido erradicada, la tuberculosis ha estado en control desde hace muchos años, así como la varicela y tosferina, enfermedades antes mortales.Recalcó que fuera de México hay retrocesos fuertes en países europeos y en Estados Unidos, porque ha surgido una corriente de pensamiento con muy poca información y esa poca información mal atendida que considera que las vacunas son un riesgo.
Primero consideran que es un negocio de las farmacéuticas, cuando en realidad es una política pública de salud general y que obviamente se tiene que comprar porque ellos los producen, pero no las ponemos porque sean negocio, nos las ponemos porque nos protegen
Indicó que estas corrientes también han asociado a las vacunas a otros fenómenos, como el autismo, cuando no hay ningún estudio que confirme esta información.
Refirió que afortunadamente en México estas corrientes de pensamiento no han incidido, pero en Estados Unidos ha llegado a ser un problema serio, en materia de casos de sarampión en 2004 tenían un número de 37 casos, en 2011 subieron a 220 casos y para 2014 ya contaban con 667 casos.
Explicó que una vez que se detecta un caso de sarampión se activa una respuesta, un protocolo, pues se debe aislar al paciente enfermo y con quienes estuvo en contacto, en lo que se hacen labores de desinfección y monitoreo para evitar se propague.
En 2017, en el estado de Minnesota, en Estados Unidos, hubo un brote con 75 personas con sarampión, 71 de ellas no estaban vacunadas, eso ocasionó que al menos 500 personas se tuvieran en cuarentena por cinco meses, y le costó al estado 2.3 millones de dólares.
En contraste, comentó que en México cada vacuna le cuesta al estado aproximadamente dos mil pesos, por lo que al Gobierno le sale más barato el costo de cada unidad, que los costos que conlleva la cuarentena y la contratación de personal para atender la epidemia.