“Cortadores de rosas” del municipio de Temixco cuentan que no hay una técnica escrita en piedra para recogerlas, es dependiendo de cómo te acomodes para espinarte lo menos que se pueda", platica el señor Rojas quien lleva dedicándose a esto más de 20 años, y aunque la paga es poca puede sostener a los integrantes de su familia que han optado por no elegir tal oficio, mismo que con las celebraciones del Día del Amor y la Amistad toma mayor relevancia cuando de regalar rosas se trata.
¿Recuerda el primer día cuando entró a trabajar?, pregunto y sonríe de inmediato. “Sí me acuerdo, ya no quería dedicarme al campo porque me espiné muchas veces ese mismo día, quedé adolorido porque duele sacar las espinas cuando se entierran”.
Cada día llega a las 6:30 de la mañana para iniciar con la recolección de rosas y juntarlas por “grueso”, para que después otro de sus compañeros se encargue de llevarlas a los mercados, centrales de abasto y demás puntos de venta, acomodándolas de tal forma que llamen la atención de los propios comerciantes, y posterior, del consumidor final.
“Cuando se llega a emplear a alguien tiene que saber cómo hacer el corte, o se les orienta, cuando no saben les tenemos que enseñar. No hay un chiste sino saber cómo cortar, puede ser pegado a las matas, sesgado, depende del largo como lo pida el patrón”.
"Al principio sí duelen las espinadas, no quería ser yo campesino, no me acomodaba para hacerlo y con el tiempo me acostumbré, ya después no duelen prácticamente. Me tardo un año en recolectar las plantas, desde que se siembran hasta que crecen y se cortan”.
La paga es poca pues depende del precio en el que “el patrón” pueda comercializar las rosas “pero más o menos ganamos 900 pesos por semana, a veces hasta más de mil pesos, dependen en qué precio acomode el grueso, a veces nos va bien a veces muy mal ahora por la pandemia”.
Entre 13 a 15 variedades de flores se cultivan en Morelos, entre ellas “las de color rosa que se regalan el 10 de Mayo, las amarillas para el dinero hay mucha gente que les gusta el color, las blancas significan pureza, y las rosas pues se regalan a la novia porque significan amor”.
René Tapia, productor de rosas explica que existen dos tipos de cosecha: la programada y la de pizca.
“La programada es que se cultivas solo por temporada por ejemplo la rosa, la cultivas de tal forma que para esta fecha del 14 de febrero ya esté lista, la de pizca o la constante, es la de otros colores que vas cultivando y recogiendo todo el año para mantener el negocio”.
El costo del “grueso” de rosas oscila entre los 300 a los 400 pesos, de acuerdo a la calidad y el tipo, que para este año el volumen de la producción tuvo una disminución del 30 por ciento respecto de años anteriores por la falta de economía para comprar vitaminas, aminoácidos, pesticidas, fungicidas y hormonas, confiesa.