Para el candidato de Acción Nacional y el Socialdemócrata a la alcaldía de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, la contienda que tendrá su clímax en la jornada electoral del 6 de junio entrante es entre dos y es un asunto plebiscitario prácticamente: “entre Morena y Urióstegui, no el candidato que representa al PES y al PANAL, es la marca del partido (Morena), la que tiene una simpatía por su ideología y por el propio presidente Andrés Manuel, más no por el candidato Argüelles”.
En entrevista exclusiva con El Sol de Cuernavaca, reconoce que, en el caso de Sergio Estrada, la calidad de exalcalde y exgobernador lo hizo figurar, “causó mucho ruido, pero las aguas agitadas regresan a su calma y esto ha sucedido; puede haber tenido un gran inicio, pero ya se estabilizó y la competencia sigue siendo entre dos”. Para el abogado, aspirante ya por tercera ocasión a la alcaldía de Cuernavaca (primero bajo las siglas del PRD, luego como independiente, y ahora en la candidatura común PAN-PSD), el voto del desacuerdo con la forma en que se ha gobernado Cuernavaca, Morelos, y el país, debe ser para él, como una especie de voto útil, y para ello, presume haber sumado a grupos de bases de Morena y del PAN ¿Será posible cumplirles a todos? “Soy un ciudadano, no represento los ideales de ningún partido, soy el reflejo de los ideales de la ciudadanía con un claro sentido común de lo que la gente está demandando. Podemos hacer compatible que gente que milita en Morena, en el PRI, en el PAN y en el PSD puedan tener también una solución a una problemática que en este caso está bastante definida, que es la falta de agua y la inseguridad. Si son las prioridades comunes de la gente, esto rebasa los colores de cada persona en cuanto a ideología”.
- Los problemas no tienen ideología- acotamos.
- Exactamente, los problemas no lo tienen- concede.
- Pero las soluciones sí- le atajamos.
- No, yo creo, Daniel, que en este caso no entra la ideología sino los intereses; el que un grupo esté posesionado de SAPAC y no lo quiera soltar porque le afectas el dinero que se roba, no tiene qué ver con una ideología, sino con un interés por seguir obteniendo recursos de manera ilícita. O que la policía quiera seguirse mandando por el gobierno del estado en detrimento de los municipios, también tiene que ver con la administración de recursos económicos. Recuperar ambos es una prioridad y es el primer paso para trabajar cerca de la gente.
Urióstegui recuerda su arranque de campaña, primero en el sistema de agua potable y la sede de la policía en Cuernavaca, como un símbolo de que “sabemos cuáles son los problemas que quieren que enfrentemos… más allá de los intereses de los partidos que represento están los intereses de la ciudadanía”.
Y asegura que su candidatura no es una “graciosa concesión de los partidos”, sino una necesidad “para poder participar en la elección, y creo que están en el entendido de que no hay marcha atrás, los partidos se tienen que ciudadanizar”.
Sobre las críticas a Acción Nacional por la legitimidad de sus candidatos inscritos mediante acciones afirmativas, Urióstegui defiende al partido. “Sale del ámbito de Cuernavaca, es una decisión meramente partidista en donde como externo al partido no me afecta, es una cuestión que el partido tiene que dirimir y sabe las razones por las que llevó a cabo ese registro. Sin embargo, en la calle, en la campaña que hacemos con Daniel Martínez Terrazas (el susodicho que se autoadscribió como candidato indígena), es algo que no les ocupa, es un tema político, no de ciudadanía… él es candidato de mayoría, la apuesta que hace y en la que me incluyo, es ganar la diputación de mayoría… lo demás quedaría en una reserva en caso de que no se diera este resultado. Pero yo no tengo enfocado eso, tengo en la mira como prioridad ganar Cuernavaca y no quiero desentenderme de ese objetivo”.
- Tienes dos procesos anteriores en que te quedaste en el “ya merito”, como el Cruz Azul, ¿no la vas a cruzazulear ahora?- le preguntamos
- Yo creo que no me corresponde a mí, el resultado le corresponde a la población -dice después de una pausa que acompaña con una sonrisa- y en todo caso le diría a la población que le eche ganas.
Para el candidato que se define como partidario de la autonomía en el servicio público, los regidores que lograron colocarse en la actual administración impulsados por la planilla que él encabezó, no significan un lastre: “La responsabilidad o los méritos son de ellos, no me corresponde a mí”.
En materia de seguridad pública, para el aspirante a la alcaldía la permanencia o no en la estrategia de Mando Coordinado depende de cómo se comporte el gobierno estatal. “El Mando Único que se implementó en el 2012, y el Mando Coordinado, que se implementó en el 2018, no han dado resultado, la incidencia criminal se ha venido incrementando, así que tienes una respuesta obvia, lo que no funciona lo debes modificar y si no lo quieren modificar, entonces no le entramos. La Constitución le impone a los presidentes municipales la responsabilidad de la prevención (del delito), pero ésta se basa no sólo en el aparato de seguridad pública, sino en una serie de acciones transversales que tienen que ver con la cultura, la educación, el empleo, la recreación, la participación comunitaria, y los presidentes municipales y los ayuntamientos en general, han abandonado esta parte tan fundamental de la seguridad pública”, acusa y sugiere que la coordinación y la colaboración entre estado y municipio en materia de seguridad pública se estreche, pero no en el marco de un convenio, sino en un esquema mucho más amplio que ya está establecido por la Constitución.
Sobre el agua potable advierte que es imposible dotar de servicio a todos los usuarios todo el tiempo. “La red hidráulica tiene cuando menos 20 años en algunos lugares más de 40 en otro, tiene fugas… en más del 40%, pero el problema más grave es la corrupción que existe en SAPAC y la falta de recursos económicos para dar mantenimiento y mejorar la infraestructura hidráulica. No puedo prometer darle agua todo el tiempo y en todas las cantidades a la población, lo que sí necesitamos es darle agua suficiente para el gasto cotidiano, el consumo normal del hogar… pero no para desperdiciar y también tenemos que trabajar en una cultura de uso eficiente del agua”. Reitera la urgencia de llegar a un convenio que permita pagar a la Comisión Federal de Electricidad la deuda millonaria del sistema de agua potable, “pero también transitar al uso de energías limpias de bajo costo, como la solar y que a partir de este ahorro podamos invertir en la ampliación de la red hidráulica, de drenaje y alcantarillado”.
Otro problema que debe enfrentar el Ayuntamiento es el encarecimiento excesivo de la tierra en Cuernavaca mediante un programa que ofrezca claridad en la tenencia de los predios y en los usos de suelo. “Necesitamos actualizar la carta urbana, lo que da a priori el uso de suelo de cada área y no se tiene que hacer un traje a la medida cada vez que alguien llega a presentar un proyecto, que es lo que se presta a corrupción”, reconoce.
Sobre la elección que se espera reconoce “no es precisamente un referéndum a Morena, sino al desempeño de las autoridades, desde el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, del gobernador, Cuauhtémoc Blanco, y del presidente municipal, Antonio Villalobos. Eso es lo que la gente va a calificar al momento de elegir. Si Villalobos no funcionó y es corrupto, no le darán votos; si Cuauhtémoc es ineficiente, es inoperante, es ausente, no le darán votos a su partido; y si el presidente de la República, ha abandonado a Morelos, también tendrá una sanción”.
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