Es la última semana de la exposición “25 años de juegos y creación popular” de artistas del municipio indígena de Xoxocotla, en el Museo Morelense de Arte Popular en Cuernavaca. “Los Ramírez Castañeda” celebran 25 años de cartonería con identidad morelense, que se pueden apreciar hasta el domingo 29 de enero.
La cartonería mexicana se nutre de la creatividad y la destreza manual, que permite elaborar piezas únicas a base de cartón, papel, varas, alambre y engrudo, estos materiales por demás modestos en manos de los cartoneros se convierten en objetos bellísimos de tamaño y complejidad muy diversa.
Los Ramírez Castañeda de Xoxocotla, se conforman por: Martín, Miriam y su hija Regina, y juntos han recorrido gran parte de México gracias a su trabajo, sus piezas se han expuesto y vendido en importantes museos de Estados Unidos.
En esta exposición, el visitante podrá conocer en un breve recorrido, sus técnicas constructivas y las piezas más representativas de su taller como: las muñecas tradicionales de cartón, sirenas, calaveras y los diablitos, además, una que otra escultura barroca como vírgenes, alebrijes y corazones.
Con su anterior exposición “La otra vida en Tamoanchan”, Los Ramírez Castañeda se consolidaron como los cartoneros que trabajan la identidad morelense, al representar iconos de nuestra cultura popular como: los chinelos, los tecuanes, los zayones, las tetelcingas, Emiliano Zapata, entre otros personajes.
Sus famosos Remigios merecen una mención honorifica, estos pequeños diablitos de patas largas y formas diversas son la pieza que los identifica. Vale la pena dedicar unos minutos del recorrido a conocer los tres Remigios principales, que además, fueron pintados por los tres artistas plásticos morelenses Chuyasso Chuy, Edgar Assad y Emmanuel Espintla, revistieron al personaje con su arte.
El Remigio de Espintla, remite a la cerámica tlahuica que desdibuja la frontera geográfica entre la montaña de Guerrero y el sur de Morelos. El de Assad, rememora con plumas de aves, al cielo, lo etéreo, a las formas vegetales y el de Chuyasso Chuy a los colores del cobre.
El repertorio creativo del taller de esta familia es amplio y colorido, esta exposición hace justicia a los 25 años del proceso creativo y evolución de estos cartoneros.
Resulta increíble el gran salto y aportación que está familia de artesanos de Xoxocotla, sin duda, son un ejemplo vivo de que las tradiciones para no morir deben seguir evolucionando.
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