Bertín Marín pide ayuda para sostener a 42 perros que ha rescatado, sanado y tiene a su cargo, pero sin las clases de zumba que dada antes de la pandemia, ya no tiene cómo mantenerlos, además de que las lluvias y vientos terminaron de romper las lonas que los protegían.
Durante los daños del sismo del 2017, la familia de Bertín Marín tuvo que vivir en la vía pública, en la colonia Cuauhtémoc, en Jojutla, y es que el terremoto se llevó más de 3 mil viviendas y la rentas subieron en forma exponencial, y para colmo no lo admitían con tanto animal, por lo que aceptó un cuartito que le prestaron y habilitó para que fuera su hogar, ya que a la fecha siguen sin encontrar una vivienda donde admitan a los 42 perros que tienen como parte de su familia y por sus condiciones económicas no puede pagar una casa grande como él quisiera.
Admitió que ha regalado muchos perros, pero sigue rescatando de las calles y es por eso que "la población no se reduce".
A dichos animales, les acondicionaron con fajillas y lonas lo que sería un refugio y reconoce que así han vivido por dos años a falta de un lugar más grande, pero los fuertes vientos rompieron las lonas que los protegían del sol y la lluvia, además de que la pandemia lo obligó a dejar de dar clases de zumba y suspender la venta de empanadas.
Ante la apremiante situación, reconoce que su esposa ya buscó otro cuarto y se llevó la mitad de los perros, por lo que ahora en lugar de un refugio ahora tienen que cuidar dos, para evitar problemas con los vecinos, ya que los animalitos empiezan a padecer de hambre y las inclemencias del tiempo.
Con lágrimas nos cuenta que él y su esposa hacen una sola comida con tal de que los perros no pasen hambre, pero ya no pueden con esta crítica situación, pues al reanudar la venta de empanadas se enfrenta a otra realidad, no hay ventas, por lo que comparte su número de teléfono 734 134 88 18 para quien quiera apoyar y donar.