Un grupo de mujeres religiosas se dieron cita en la Catedral de Cuernavaca para limpiar las pintas que se realizaron durante la marcha del 8M.
No obstante, en esta ocasión mencionaron que comprendían el sentir de las feministas y no estaban molestas, pues señalaron que los daños en los monumentos se reparan, pero la vida de las víctimas de feminicidio no.
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"Esto no es nada en comparación con las vidas. Lo material sin problema lo resolvemos", dijo Viridiana Paredes, quien agregó que el 8M no se trata de una lucha entre mujeres o ideologías.
A las actividades de limpieza también asistieron miembros de la Pastoral de Sordos, quienes usaron jabón, agua y solvente para quitar la pintura del inmueble.
"Una cosa no se contrapone con la otra, así como defendemos nuestra fe, defendemos la vida", agregó Viridiana Paredes.
Por su parte, Patricia Gómez mencionó que la violencia de género no entiende de edades ni de ideologías religiosas, pues las mujeres han sufrido algún tipo de agresión.
Desde su punto de vista, Patricia Gómez considera que la Catedral de Cuernavaca es un símbolo importante para los católicos, pero también es consciente de lo que está pasando en el estado.
Por último, el grupo de mujeres religiosas mencionó que los trabajos de limpieza durarán más de un día, ya que las pintas se hicieron desde la avenida Morelos hasta la calle Miguel Hidalgo.
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