Marchan por la paz cientos de estudiantes, científicos y sanitaristas

Exigen a las autoridades seguridad y justicia y piden a la sociedad no acostumbrarse a la violencia

Katy Cárdenas | El Sol de Cuernavaca

  · jueves 20 de abril de 2023

En la marcha se sumaron investigadores del Instituto de Biotecnología como Brenda Valderrama Blanco y David Romero Camarena. / Froylán Trujillo | El Sol de Cuernavaca

La violencia es un “enorme” problema de salud pública, dijo el director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Eduardo Lazcano Ponce, al acompañar a los trabajadores, estudiantes e integrantes de la comunidad científica que marcharon en la ciudad de Cuernavaca desde la zona norte hacia el zócalo de la ciudad. La exigencia fue el esclarecimiento por la muerte de Luis Javier, Luis Enrique y Noemí Guadalupe, estos últimos trabajadores de la dependencia.

“El Instituto está de luto porque tres jóvenes morelenses perdieron la vida, dos de ellos, miembros del Instituto, la marcha es para exigir una justicia expedita para las víctimas y sus familias y la no normalización de la violencia social tenemos que incidir como sociedad e instituciones”.

Marchan cientos de personas

Varias personas salieron a las 10:00 horas de avenida Universidad, justo en la sede del INSP, caminaron sobre esta vía de comunicación dejando el paso libre en el sentido de sur a norte, bajaron en avenida Emiliano Zapata hacia Tlaltenango, luego Álvaro Obregón a la calle Ricardo Linares.

Con vestimenta blanca, siguieron hasta la iglesia del Calvario en donde se sumaron otros tantos ciudadanos, luego entraron al centro por calle Matamoros, Galeana subieron en Hidalgo e ingresaron a la Plaza de Armas, ahí leyeron un pronunciamiento que luego entregaron en Palacio de Gobierno bajo la representación de Erick Santiago Romero, director de Gobierno.

Froylán Trujillo | El Sol de Cuernavaca

“Estamos indignadas e indignados, y con la voz en alto hacemos un llamado para que la sociedad en su conjunto no se acostumbre a las acciones cotidianas caracterizadas por las agresiones y la violencia en sus diversos grados y formas, nuestro trabajo diario es en favor de la salud, un ámbito que toca los valores más profundos”, expresó la investigadora Rosario Valdés Santiago, del INSP.

En su turno Mario Ángeles, secretario general de la Sección 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, afirmó que existe ya un hartazgo de la sociedad ante los hechos de violencia que se dan cada día.

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“Que las autoridades nos escuchen. Nos dieron cifras y sabemos que son 52 personas diarias que son víctimas de este tipo de violencia, también tenemos desde hace siete u ocho años un trabajador que desapareció, Prisciliano Baltazar, al día de hoy no tenemos conocimiento de él”.

A la marcha se sumaron investigadores del Instituto de Biotecnología como Brenda Valderrama Blanco, David Romero Camarena; el Colegio de Médicos Cirujanos, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, entre otros.

“Nos sentimos frustrados”: Investigadores

Existe tristeza y frustración entre los investigadores del estado de Morelos, confesó el antropólogo del INSP, Emanuel Orozco Núñez, quien llamó a las autoridades a brindar estrategias verdaderas y no limitarse a pedir que la propia ciudadanía transite por tal o cual lugar.

“Es frustrante, es triste que nos digan que no vayamos a Huitzilac u otros municipios; tiene que haber orden y responsabilidad. Lo primero es la seguridad, este asunto es muy grave, todos somos vulnerables”.

A pesar de que se siente “contento” de vivir en Morelos, reconoció que no existe una estrategia real para erradicar la violencia.

Lilia Rodríguez Chávez, era esposa del investigador Jaime Thirón, quien fue asesinado el pasado 4 de abril afuera de su casa en el Fraccionamiento Sierra Encantada, en Huitzilac, se sumó a las protestas y la demanda de justicia, pues asegura, nada le han dicho de quienes cometieron el crimen.

Denunció una falta de empatía de los funcionarios de la Fiscalía General de Justicia, en donde le dijeron, “usted quién es, le respondí que yo era su esposa, y me dijo está segura que es la única esposa”.

Noemí Guadalupe era una persona buena

Paula Arias, madre de Noemí Guadalupe Arias Sosa, acudió a la manifestación buscando un poco de alivio a su dolor, ya que su hija fue desaparecida y luego encontrada en un Paraje “El Capulín”, en Huitzilac, junto a su novio y cuñado.

“Por mi hija, y Enrique y su hermano, que no quede impune, estamos muy dolidos por la ausencia de nuestros hijos. Noemí estaba muy contenta, alegre, sonriente, se lo pueden decir aquí en el Instituto, mi hija era un ángel no sé por qué le hicieron tanta maldad”.



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