El aumento de la demanda hospitalaria derivado de las infecciones por Covid-19 trajo consigo un incremento en el número de quejas por parte de los ciudadanos que exigen ser atendidos en un menor lapso de tiempo, aceptó la directora general de Derechos Humanos del Poder Ejecutivo, Lucero Benítez Villaseñor, advirtiendo que todas han sido resueltas en su momento, esto no tiene que ver solo con la demanda hospitalaria sino también con la cultura de la denuncia, que cada vez permea más en la población.
Hasta en 20 por ciento se han visto incrementadas las quejas contra el personal de salud como médicos, enfermeras y trabajadores en general, dijo la funcionaria, siendo el Hospital General Dr. José G. Parres el centro médico que más inconformidades ha recibido.
“Se han recibido algunas quejas en la Dirección de Derechos Humanos relacionadas con los Servicios de Salud por parte de personas que refieren que no hay suficientes médicos, insumos o que no se tienen los aparatos para hacer determinados estudios, los tiene que remitir a otro tipo de hospitales”.
Hubo una queja contra el hospital de Tetecala, “en donde una joven iba a dar a luz y no podían atenderla porque era de alto riesgo, tuvieron que remitirla a Yautepec” y debido al tiempo que dura un traslado de esa índole la familia se inconformó.
Actualmente la dirección tiene seis quejas que están siendo atendidas, a las cuales se les ha dado prioridad considerando el riesgo que se tiene en este rubro.
La funcionaria añadió que la frecuencia con las que se les otorga una cita médica y el tiempo de espera, son algunos de los impactos que la pandemia ha generado en los hospitales públicos, sobre todo en pacientes relacionados con padecimientos no Covid-19.
“La gente ha utilizado un mejor sistema, saca sus citas por internet, realiza diferentes gestiones en los hospitales, pero si la sociedad en el momento en el que llega o ingresa a un hospital quiere tener una cama, quiere ser atendido, quiere que se valore, lógicamente eso ha generado un incremento en las quejas”.
En Cuernavaca, dada la demanda de atención hospitalaria, es en donde se tiene mayor carga de quejas en materia de derechos humanos, tanto de las que llegan a la Comisión Estatal de Derechos Humanos como de manera individual.
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