En los últimos años, cuatro morelenses han desaparecido en su intento por cruzar la frontera hacia Estados Unidos en busca del llamado “sueño americano”, informó el presidente de la Confederación Internacional de Morelenses y Migrantes Mexicanos (CIMMM), Pablo Castro Zavala.
Cada año, cientos de miles de personas intentan llegar a Estados Unidos de forma ilegal, arriesgándose a una serie de azahares que no están a su control y exponiendo la vida en el intento. No todos lo logran: sólo en 2020, más de 254 mil mexicanos fueron arrestados intentando llegar al país del norte, una cifra que representa un incremento considerable en comparación con los años pasados, de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
En la década de 2010 a 2020, más de dos mil 800 de ellos murieron en el intento, según el informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de la Universidad de California, mientras que de otros tantos se desconoce su paradero.
Mario Aguirre Chávez, originario de Jiutepec, desapareció al intentar llegar a territorio estadounidense. Mario salió de su casa el 27 de mayo de este año; tomó el vuelo a las 5:00 horas en la Ciudad de México hacia Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se encontró con la mujer que lo llevaría a resguardar en una casa de seguridad en la zona fronteriza.
Según información proporcionada por la esposa de Mario, Nayeli Díaz, acordó un pago inicial de 100 mil pesos para internarse ilegalmente en el país vecino por conducto de un “coyote” desde Ciudad Juárez a El Paso, Texas, pero intentó pasar tres veces y fue deportado sin lograr su objetivo. Fue en la madrugada del 12 de junio cuando habló por última vez con su esposo, quien le dijo que intentaría cruzar por cuarta vez. Hasta hace unos días no sabía de su paradero.
Como Mario, también está el caso de Martín Ávalos, quien en 1993 cruzó ilegalmente a Estados Unidos, logrando establecerse en el condado de Maricopa, Arizona; sin embargo, la última vez que se supo de él fue en 2021.
En días pasados, el secretario de Desarrollo Social en el estado de Morelos, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, dio a conocer que dos familias morelenses habían denunciado penalmente a “coyotes” que pidieron fuertes sumas de dinero a cambio de pasarlos a Estados Unidos, y que fueron defraudados, ya sea porque los abandonaron o porque la fecha del viaje nunca llegó; “ya están iniciados sus procesos”, señaló.
¿Quién cuida sus derechos?
En Morelos, ni los municipios ni el Gobierno del Estado cuentan con registros de cuántos migrantes tienen reportados como desaparecidos, y en muchos casos, ni las familias pudieron levantar la denuncia ante la burocracia de la instancia obligada a procurar justicia. Sumado al robustecimiento de las fiscalías especializadas que hábilmente se deslindan con el argumento de que no es asunto de su competencia.
En Jojutla el regidor Alberto Salgado Pérez, a cargo de las comisiones de Desarrollo Económico, Asuntos Migratorios y Gobernación, reconoce que no tienen reporte de algún migrante del municipio desaparecido; no manejan esas cifras, tampoco sabe cuántos desaparecidos ha habido en la localidad.
El informe del Servicio Jesuita a Migrantes del mes de mayo de 2022 reveló que un 75 por ciento de los migrantes reportados como desaparecidos en México estaban detenidos en estaciones migratorias, de los cuales sólo 22 por ciento son mexicanos, mientras que la mayoría se trata de centroamericanos.
Eustolio Pani Barragán, coordinador de la Mesa para la Construcción de la Paz y Seguridad, reconoce que el tema de la migración y de los migrantes desaparecidos no ha sido abordado en estas mesas de trabajo. Reconoció que el Estado de Morelos no crece, no se desarrolla, pese a que se tiene un potencial enorme, “y a través de estas mesas hemos llevado a cabo temas importantes como el aeropuerto que no funciona o funciona de manera muy mínima, queremos tocar las puertas para que sea un aeropuerto con un sistema de transporte de todo lo que produce Morelos.
En busca de un futuro mejor
“No es fácil migrar a otro país y menos cuando vienes sin documentos. Desafortunadamente se pierden vidas en el camino por tratar de buscar un mejor futuro para tu familia, ya sea aquí o en México. Ha habido muchas situaciones donde creemos que llegar es fácil, pero es complicado”, dice Juan Seiva, presidente de la Federación de Clubes Morelenses (FCM), una organización sin fines de lucro asentada en Chicago, Illinois, que se dedica a ayudar a los migrantes morelenses en este territorio de los Estados Unidos.
Para Juan Seiva, la peor parte no siempre es el camino: llegar a un país distinto en el que las personas se comunican en otro idioma es todo un reto al que se le suma la necesidad de un empleo, la ausencia de la familia y, en muchos casos, la deuda del viaje. Aunque las cifras pueden variar, llegar ilegalmente a los Estados Unidos puede tener un costo de 10 mil dólares, el equivalente a casi 200 mil pesos mexicanos.
El viaje
Angélica Martínez (el nombre que usaremos para referirnos a ella, que no es el verdadero) viajó a Estados Unidos en 2003. Fue su segundo viaje como indocumentada. El primero lo hizo siendo todavía una adolescente. En aquel entonces, pagó casi dos mil dólares por cruzar. Recuerda poco. Recuerda cruzar montañas, haber caminado sobre terrenos rocosos, desérticos durante unas ocho horas, hasta que las piernas dejaron de responderle y a expulsar un líquido que debió ser sangre, aunque lucía casi negro.
“Fue por el campo, por los cerros, las montañas, donde uno tiene que caminar sin saber los caminos por los que te van a traer. Tienes que ir brincando sobre las piedras, por debajo de los árboles. Te topas con espinas”, recuerda Martínez.
Para irse a los Estados Unidos es esencial encontrar un buen “pollero” o “coyote”. Desde luego, nada garantiza evitar encontrarse con quienes intentan aprovecharse de la situación en los sitios más inhóspitos.
“Tristemente, muchas personas se quedan en el camino y no llegan. Quienes logramos cruzar somos afortunados”, agrega Angélica, originaria de Yecapixtla.
Morelos en Estados Unidos
De acuerdo con Juan Seiva, la mayoría de migrantes morelenses que han decidido instalarse en Chicago, Illinois, son originarios de los municipios de Axochiapan, Tlaquiltenango, Emiliano Zapata, Jojutla y Cuautla. No obstante, el presidente de la FCM resalta que es muy difícil tener una cifra exacta del número de morelenses que intentan cruzar la frontera al año, así que la cantidad exacta de personas que finalmente logran instalarse en los Estados Unidos es desconocida.
Hasta 2015, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estimaba que alrededor de 250 mil morelenses se encontraban trabajando en los Estados Unidos, lo que representa una importante derrama económica para Morelos. Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la tendencia ha ido en aumento: durante el primer trimestre de 2022, las detenciones de migrantes en la frontera aumentaron en un 48.7 por ciento, pasando de 147 mil 554 en 2021 a 219 mil 413. Este aumento ha sido atribuido por los expertos a la violencia que viven los mexicanos, así como la crisis económica que se generó a partir de la pandemia.
Corazón de Plata no volverá a latir
En Morelos, el programa Corazón de Plata no se reactivará, informó el secretario de Desarrollo Social (Sedeso), Alfonso de Jesús Sotelo. Este programa impulsado desde el gobierno de la república facilitaba a los adultos mayores para que viajaran a la unión americana a reencontrarse con su familiar que por muchos años no veían.
En marzo de 2020, el extitular de Sedeso, Gilberto Alcalá Pineda, anunció la cancelación de dicho programa, y avisó que las 105 visas que estaban por entregarse a igual número de adultos mayores se harían de manera personal y no en actos públicos derivado de la pandemia por Covid-19.
Con información de Emmanuel Ruiz, Katy Cárdenas y Jessica Arellano
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