¿Es Morelos un estado lector? Obtener una respuesta para esta pregunta puede ser complejo. Una persona, definitivamente, puede ser lectora o no en cierto momento de su vida, pero una entidad federativa, habitada por casi dos millones de personas ¿puede calificarse de la misma manera? Sin duda, Morelos es un estado de lectores y escritores, así como de bibliotecas.
En todo su territorio existen 154 bibliotecas públicas, de acuerdo con la Coordinación de Bibliotecas Públicas del Estado de Morelos, cuyo principal acervo se ubica en la biblioteca central “17 de abril”, en el Parque Alameda Solidaridad, donde más de 20 mil libros esperan que alguien llegue y los abra. No siempre ocurre, especialmente en tiempos de pandemia, pero incluso en la contingencia sanitaria Jesús Reyes Posadas, coordinador estatal de Bibliotecas Públicas, no pierde la esperanza.
“Los números son buenos, ya que aparte de las bibliotecas públicas está la opción de las salas de lectura”, dice.
En lo que va del mes de agosto, la biblioteca “17 de abril” ha entregado 20 credenciales para préstamos de libros a domicilio. En las bibliotecas públicas de Morelos, los libros preferidos por los nuevos lectores son aquellos relacionados con sagas cinematográficas como Harry Potter y Los Juegos del Hambre, mientras que los jóvenes de nivel universitario y los adultos mayores tienen una mayor inclinación por la literatura y la poesía.
Cuando se compara a Morelos con la cultura literaria de otros estados, ya no digamos países, puede que el escenario parezca menos meritorio, una visión que no es ajena a los escritores y promotores culturales que radican en esta entidad, capaces de señalar lo que se necesita para fomentar la lectura entre la población:
“Yo recuerdo haber ido alguna vez a Oaxaca y haberme asombrado por la cantidad de bibliotecas públicas que tienen y están vivas: la gente hace uso de ellas, las habita como tienen que ser y cada vez que hago esa comparación lo que encuentro es un panorama distinto”, dice Roberto Abad, escritor morelense, autor de los libros de cuentos “Orquesta primitiva” y “Cuando las luces aparezcan”, editados por el Fondo Editorial Tierra Adentro y la Editorial Paraíso Perdido, respectivamente.
Para el historiador y promotor cultural Gustavo Garibay, lo que hace falta en Morelos para detonar la lectura entre su población es un programa de fortalecimiento.
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