La guerra de acusaciones entre el exgobernador Graco Ramírez y su sucesor, Cuauhtémoc Blanco, inició en 2016, luego del asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota. En ese entonces el perredista señaló al exfutbolista profesional de su posible conexión con la delincuencia organizada, cuando Blanco Bravo negó la necesidad de pertenecer al operativo policial que protege la vida de los 33 ediles de Morelos.
“Tenemos un operativo de seguridad a distancia para tener la condición de que no le vaya a ocurrir nada, pero evidentemente él (Cuauhtémoc Blanco) está tranquilo porque seguramente quienes están en las tareas de seguridad le confirman que no habrá ninguna acción violenta, en virtud de que el grupo delincuencial está simpatizando con esta decisión”, aseguró Ramírez.
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Y enfatizó sobre posibles vínculos que tendría Blanco Bravo con Federico Figueroa como miembro del grupo Guerreros Unidos, señalado como principal operador en la campaña del tepiteño por la alcaldía de Cuernavaca.
Tras estas declaraciones inició una pugna entre ambos y se agudizó cuando Blanco asumió el cargo de gobernador. El 13 de febrero de 2019 presentó una denuncia de hechos ante la Fiscalía General de la República en contra de su antecesor por los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal. Blanco dijo que esto fue parte de la promesa que hizo para hacer valer la ley contra quien resulte responsable.
El equipo jurídico del gobierno de Morelos reveló que el perredista habría adquirido dos bienes inmuebles por un valor total de casi 22 millones de pesos. La denuncia incluye a Elena Cepeda, así como a Rodrigo Gayosso y al notario Javier Barona.
“No vamos a permitir que le hagan daño a Morelos, no se vale lo que hizo el exgobernador y su familia. Seremos coadyuvantes en esta denuncia para que se llegue a la verdad histórica sobre qué sucedió, porque también pudiese haber tráfico de influencias”, enfatizó.
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Contraataque
A su vez, la Fiscalía Anticorrupción de Morelos recibió una denuncia contra el exfutbolista y una red de amigos y familiares investigados por la Unidad de Inteligencia Financiera del Gobierno federal. La acusación por enriquecimiento ilícito en contra de Blanco fue presentada el 13 de septiembre de 2019 a nombre de Enrique Paredes Sotelo, presidente del Colegio de Abogados de Morelos, quien refirió que iba a presentar esa denuncia en contra de los servidores públicos Jaime Tamayo Godínez, Edgar Riou Pérez y Jonathan Baltazar Mejía Alegría; y contra quienes resulten responsables de hechos posiblemente constitutivos de delitos.
Tras lo anterior, Cuauhtémoc Blanco acusó a Graco Ramírez de estar detrás de las denuncias y que se utilizó al abogado Sotelo, exsecretario del Ayuntamiento de Cuernavaca.
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Compañías peligrosas
Los primeros días de enero de este año El Sol de México publicó una fotografía en la que se ve a Blanco Bravo acompañado de tres presuntos líderes criminales. Entonces el abogado Enrique Paredes, además presidente del partido Movimiento Alternativa Social, presentó la primera denuncia ante la FGR en contra del gobernador morelense.
Detalló que en la denuncia pide que se inicie una investigación al mandatario por presuntos nexos con grupos criminales. Acto seguido, el fiscal general del estado, Uriel Carmona Gándara, informó que un grupo de legisladores locales presentó una denuncia en la que exige al Ministerio Público investigar hechos relacionados con la citada fotografía.
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Refutaciones
La semana pasada, el gobernador acudió a la FGR para que se investiguen los señalamientos que existen en su contra que lo vinculan con narcotráfico. También solicitó que se indague a servidores públicos que puedan estar coludidos en esta campaña en su contra y aseguró que hay audios y grabaciones de que Graco y Capella pactaron con criminales.
“Nosotros no pactamos con el narcotráfico, no pactamos con gente que le ha hecho daño al estado”, apuntó el gobernador.
Tras los dichos, Alberto Capella negó en redes sociales que en dicha administración se pactara con un grupo criminal y aseguró que la tragedia que se vive en Morelos es por la ausencia, desdén, frivolidad y corrupción de quien gobierna.
El extitular de la CES abrió un hilo en Twitter y dijo que el mandatario estatal lleva tres años afirmando un supuesto pacto con la organización.
Agregó que al delincuente que en la anterior administración se logró combatir de manera eficiente fue Santiago Mazari, “El Carrete”, por lo cual se logró disminuir su capacidad delictiva en un 95 por ciento.
Precisó que en 2014 “El Carrete” controlaba 11 municipios del sur del estado, junto con sus corporaciones policiales, por lo que ante esta situación se determinó la creación del Mando Único, logrando quitar el esquema de protección de policías municipales y así desmantelar su capacidad delincuencial.
Sin embargo, tras dicha respuesta del extitular de la CES, Blanco aseguró que fue él el primero en denunciar a los narcopolíticos, pero también aseguró que no confía en ninguna otra autoridad que no sea federal.
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