En el Sur de la entidad Morelense murieron dos trabajadores de la Salud por Covid-19, Ana Lizeth, una joven asistente de Hospital de Zona número 5 del IMSS y el doctor Ángel Villada Solórzano, del hospital Ernesto Meana San Román, quien también tiene una clínica particular en Zacatepec.
Desde la comunidad de Huatecalco, en el municipio de Tlaltizapán, la madre de Ana Lizzeth Maldonado Franco, Estrella Luna, el pasado 29 de mayo solicitó a familiares y amigos el apoyo con oraciones por la salud de su hija: “Queridos amigos y familiares, les pido de todo corazón encender una vela y hacer una oración por la salud de mi hija Ana Lizzeth, que se encuentra en terapia intensiva y Dios quiera nos escuché y le mandé su pronta recuperación”.
A la cadena de oraciones se sumaron sus compañeras de trabajo, pero el sábado la fatal noticia devastó no solo a la familia, sino a las asistentes, las llamadas “batas verdes” que son el primer contacto con los pacientes y quienes se declararon de luto al tiempo que denunciaron la falta de equipo y material de protección para los médicos.
El mismo sábado por la tarde corre en las redes una serie de esquelas dando el pésame por la muerte del reconocido médico Ángel Villada Solórzano, de aproximadamente 60 años de edad, quien tenía un año de jubilado del hospital Ernesto Meana San Román y quien tenía una clínica particular en Zacatepec, casi frente a la terminal de los Pullman en la calle Mante.
Si bien el medico trabajaba en su clínica, el personal del hospital advierte nuevamente de los contagios de personal y de la necesidad de más equipo especializado, luego de advertir que lamentablemente las medidas extremas están llegando muy tarde.
Al duelo se sumó mucha gente que reconocía la calidad humana y el profesionalismo de este médico general que atendió muchos partos y daba servicios las 24 horas del día con el apoyo de otros médicos. La Clínica Villada, como otras clínicas particulares de la zona sur, abrió sus puertas a la atención de vecinos de Xoxocotla, donde varios consultorios particulares cerraron sus puertas.
A estos dos casos se suma la muerte del joven médico de 27 años de edad, Jéssi Paul Antonio Neri, trabajaba en el hospital general de Cuernavaca Dr. José G Parres, quien murió después de estar internado tres días en el hospital uno del IMSS Plan de Ayala, de Cuernavaca.