Las mujeres "transgénero" en Morelos se enfrentan a una discriminación generalizada por un rechazo constante a su apariencia; nacieron biológicamente hombres, sin embargo, su identidad es femenina, es de mujeres porque se saben mujeres.
El que socialmente quienes nacieron hombres y después se feminicen y se vivan como mujeres para muchos puede representar una “transgresión”, y es lo que 'disgusta' a muchas mujeres en el ámbito social a la hora de interactuar dentro de la sociedad.
“Mujer trans” es un término paraguas usado para referirse a las personas que, a pesar de haber sido asignadas a un género masculino, se identifican como mujeres o sitúan su identidad dentro de lo femenino.
Este término cobija tanto a las personas transexuales, como a transgénero.
Es Violeta Fabiola Sánchez Luna, directora de Atención a la Diversidad Sexual en el gobierno de Morelos, quien comparte a El Sol de Cuernavaca en entrevista la problemática generalizada a la que se enfrentan las mujeres "trans" en Morelos.
Pero no solo es la discriminación por su apariencia, sino que las mujeres "trans" también se enfrentan a la falta de oportunidades de empleo, educativas, de salud e incluso legales en lo que respecta a su nombre.
Violeta Luna hace un alto aquí para recordar que afortunadamente en Morelos ya fue aprobada una reforma al Código Familiar que le permite a las personas "trans" que lo deseen a través de un trámite administrativo en el Registro Civil, cambiar su identidad de género, y es así como obtienen una nueva acta de nacimiento y una nueva CURP.
Hasta el mes de noviembre del año 2021, el cambio de identidad de género solo era posible a través de un amparo o en su defecto el trámite podía realizarse en la Ciudad de México que hace tiempo permite realizar este procedimiento legal.
La directora de Atención a la Diversidad Sexual nos comparte un dato que define de entrada como "escalofriante" derivado de una investigación realizada desde la sociedad civil y el Colectivo Casa de las Muñecas TiresiasA.C, el cual revela que la esperanza de vida en México para una mujer "trans" es de apenas 35 años, lo que significa menos de la mitad para la población en general.
Claramente el “diagnóstico” tiene que ver con la discriminación que vive este sector de la población e incluso en su manifestación más extrema que es la violencia homicida, pero también se debe a la falta de condiciones para que accedan a tratamientos de transición (hormonales y cirugías) que les permitan adecuar su cuerpo a su nueva identidad.
El año 2021 cerró con un registro de 12 crímenes de odio, y aunque no todos involucran a mujeres "trans", la cifra evidencia la violencia extrema que sufren las personas de la diversidad en Morelos de manera generalizada.
Respeto e inclusión en la sociedad
Alida Cristina Martínez es una activista que es ejemplo y motor para que nuevas generaciones encuentren ese espacio de aceptación. Si bien su vida ha dado muchos giros, hoy además de ser co-coordinadora de la Marcha por la Diversidad Sexual en Morelos, es coordinadora en el estado de la asociación Casa de las Muñecas Tiresias A.C. (CAMTAC), que busca atender las problemáticas que enfrentan poblaciones y comunidades en situación de vulnerabilidad, logrando una inclusión social mediante la recuperación de sus derechos
Reconoce que hoy en día se han abierto más puertas donde la inclusión y el respeto son piezas fundamentales para que la comunidad “trans” y en este caso, las mujeres trans puedan seguir estudiando, contar con una carrera, ser profesionistas, llegando hasta espacios de toma de decisiones en el país.
Por ejemplo, tras una intensa lucha, México cuenta con sus primeras diputadas transgénero en la Cámara de Diputados federal, mientras que en Morelos en enero pasado rindieron protesta las primeras regidoras “trans”, específicamente en los ayuntamientos de Puente de Ixtla y Yecapixtla, hablamos de Venus Ailin de Sousa y Mónica García, respectivamente.
Alida Cristina Martínez manifestó que a lo largo de los años ha sido sumamente complicado enfrentar tanta discriminación; sin embargo, reconoció que actualmente cuentan ya con una “bandeja de plata”, si bien aún no alcanzan la de oro, van en camino a conseguirla, puesto que siguen enfrentando muchos tabús y señalamientos de la sociedad.
“Yo lo veo como una mujer trans que soy respetada, soy reconocida como trabajadora, le doy empleo a los demás, soy una aportadora y ayudo a mi comunidad y a quienes no son mi comunidad”, aseveró.
La activista social cuenta con un negocio de estilismo profesional donde da empleo, pero también toca puertas y pide apoyo en busca de respaldar a personas en situación vulnerable, como es la Casa Hogar “Catherinne Danielle Márquez”, fundada el pasado 14 de febrero en Cuernavaca por Casa de las Muñecas Tiresias A.C.
Persiste exclusión en movimiento feminista a mujeres “trans”
Patricia Bedolla Zamora, integrante de Academia, Litigio Estratégico e Incidencia en Derechos Humanos A.C reconoce que dentro del movimiento feminista, sí hay una corriente de feministas radicales (TERF es el acrónimo para Trans-Exclusionary Radical Feminist que en su traducción literal al español significa "Feminista Radical Trans-Excluyente") quienes consideran que las mujeres transexuales no pueden pertenecer al movimiento feminista porque no son en sí mismas mujeres, sino hombres que han nacido bajo el privilegio del patriarcado y que han sido formados como hombres y que pretenden llegar a los movimientos feministas, haciendo valer esos privilegios.
“En ese movimiento hay quienes consideran que en virtud de no ser una mujer que ha nacido mujer, no ha vivido las violencias que hemos vivido las mujeres, aunque pierden de vista la violencia que esté viviendo por haberse aceptado o transformado porque hoy vive como mujer…es toda una discusión en ese sentido”, reflexionó.
La postura que asume Bedolla es totalmente de inclusión “porque para mí, una mujer es mujer y una mujer trans no puede ser excluida de un movimiento feminista porque pertenece de raíz a ese movimiento, porque al identificarse y vivirse como mujer es un movimiento que le pertenece de manera natural”.
La transfobia es parte del conservadurismo
Brenda Sandoval Bahena, feminista y activista para la participación política de las juventudes y los derechos LGBTI enfatiza que históricamente, las mujeres “trans” se han enfrentado a ser reconocidas como mujeres de manera plena incluso dentro de los movimientos feministas, pero también
reconoce que hay un gran avance social para aceptar otras identidades en las personas.
De manera clara señala que la transfobia es parte del conservadurismo.
“El conservadurismo tiene que ver en gran parte o en gran medida con la iglesia, porque en la antigüedad la concepción misma de la sexualidad que tenían era otra”, destacó.
Recordó que en México hay experiencia de personas “trans” de pueblos originarios como las muxes así como en otros lugares del mundo.
“Todas tenemos dentro de nosotras un poco del patriarcado y del conservadurismo, pero todas tenemos que hacer un esfuerzo para erradicare esas formas de violencia”, la reflexión que compartió con El Sol de Cuernavaca Brenda Sandoval Bahena.
Cada 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el movimiento feminista reivindica la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, denuncia los abusos y la violación a los derechos humanos que hemos sufrido a lo largo de la historia, pero ésta lucha debe incluir a todas las mujeres por igual sin importar su orientación sexual, identidad o expresión de género.
Bajo esta idea no debería existir la censura ni la exclusión, por lo tanto, las mujeres trans deberían ser reconocidas y tomadas en cuenta en este día tan importante.
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