Transportar información de un sitio a otro puede parecernos muy sencillo en la actualidad, pero no siempre fue así: Muchos recordarán lo complicado que era confiar nuestras tareas escolares en un disquet y lo doloroso que resultaba que las computadoras de nuestros maestros no los reconocieran.
Había que hacer varios respaldos. Tampoco los cedés, años después, llegaron a ser del todo confiables. Hoy esos problemas parecen haber quedado en el olvido, pero los pasos que ha dado el almacenamiento de datos evolucionaron mucho para llegar a este nivel.
Tarjeta perforada
Durante los años 1960 y 1970, las tarjetas perforadas fueron los primeros medios para ingresar información a una computadora. Estaban hechas de cartulina y, como su nombre lo indica, la información se grababa en el material a través de perforaciones que seguían un código binario. Aunque estas tarjetas fueron sustituidas por otros medios, dispositivos como el CD-ROM se basaron en un método similar para el almacenamiento de información.
Disquete
Introducidos en la década de 1970, los disquetes o discos flexibles se basaban en el magnetismo para funcionar: dentro del cuadrado de plástico que muchos recordamos había un disco de material magnetizable que se utilizaba en la computadora para el traslado de datos, su resguardo o su lectura. Con todo y lo vulnerables que eran a la suciedad o los campos magnéticos externos, los disquets permanecieron en uso durante cuarenta años, hasta que en 2010 fueron catalogados como un medio obsoleto.
Disco compacto
Introducido al mercado en 1985 por las compañías Sony y Philips, los discos compactos no sólo han sostenido la industria musical durante décadas, sino que fueron muy útiles en muchos otros ámbitos de la vida, desde el profesional hasta el escolar. Se trata de un disco con el que se utilizan rayos láser para leer la información grabada digitalmente. Aunque todavía son usados para transferir información de usuario a usuario, la venta de programas informáticas y también en la música, en los últimos años han entrado en desuso al ser sustituidos por otras nuevas opciones, sobre todo por el almacenamiento en la nube.
Memoria USB
Basadas en la memoria ‘flash’, que permite la lectura y escritura de información a través de impulsos eléctricos, las memorias USB (Universal Serial Bus) evolucionaron a tal grado que se convirtieron en uno de los medios de almacenamiento más eficaces: introducidas al mercado en el año 2000, siguen siendo una excelente opción para quienes necesitan transferir grandes cantidades de información de un sitio a otro, especialmente luego de la introducción de una tercera generación (USB 3.0) con la que se aumentó su velocidad de transferencia, en 2010.
Almacenamiento en la nube
Aunque este modelo fue ideado desde la década de 1960, hoy por hoy es una de las opciones más eficaces, si bien tiene la desventaja de depender de un servicio de Internet. Actualmente, compañías como Dropbox, Google Drive e iCloud ofrecen a sus usuarios este servicio, el cual es posible gracias los grandes centros de procesamientos de datos que tienen. La principal ventaja de este medio es que el usuario puede acceder a la información prácticamente desde cualquier celular, computadora o tablet, ya que los datos se almacenan en espacios virtuales.