Al transitar por las calles de Cuernavaca el calor sehace sentir y notar, especialmente en últimas fechas; ya sea queestés manejando tu vehículo o vayas a pie, la insolación puedeafectarte hasta deshidratarte. Esta situación es positiva para losvendedores, quienes durante la temporada de invierno padecieron lafalta de ingresos suficientes.
El incremento en la temperatura se puede sentir endiferentes lugares, desde las viviendas hasta el trabajo ynegocios. Quién no quisiera nadar en uno de los tantos balneariosque hay en Morelos. Pero no todos podemos cumplir ese deseo, asíque debemos buscar otra solución. Una de las más viables escomprar un helado o un raspado.
Ante esto, los vendedores de esos productos hanexpresado que se encuentran listos para esta temporada de calor yesperan que sus ventas se incrementen durante las vacaciones desemana santa.
Este oficio, comentan, no solamente les da ingresos,sino que es una actividad que puede unir familias. Muchos de ellos,confesaron, son heredados de este negocio. A muy corta edad,explicaron, aprendieron cómo realizar el trabajo.
Para Margarita Fuentes Martínez, mercader desde haceaproximadamente 30 años, vender raspados en el Centro Históricode Cuernavaca ha sido una oportunidad para acercarse a su esposo yfortalecer su relación. Nos contó que su marido conoce esta labordesde muy temprana edad. En consonancia, este matrimonio decidióponer en marcha su propia fuente de ganancias.
En cuanto a la preparación de ese tipo de productos,los comerciantes refieren que preparan los diferentes jarabes queofrecen, los cuales han cambiado y se han agregado otros sabores,como tapioca o maracuyá. Explicaron que el hielo lo recibensellado, lo que asegura mantener la higiene y seguridad para elconsumidor, que lo puede disfrutar sin temor a enfermedades.
/SUSANAPAREDES
Nieves tradicionales deOaxaca Con sabores heredados por sus antepasados,llegaron al Zócalo como parte del intercambio cultural: “LaGuelaguetza en Jiutepec”; hasta el 18 de marzo el pueblo se vistede fiesta, sabor y color con la Guelaguetza 2018.
La festividad viene acompañada de la expogastronómica para que los asistentes disfruten los diferentesplatillos, postres y bebidas oaxaqueñas, donde destaca lapresencia de artesanales nieves, muy buscadas, pues, además dellamar la atención por sus colores y mezclas de sabores; supreparación artesanal se hace en el lugar.
“Son nieves 100 por cierto artesanales que vienende nuestros antepasados que nos han dejado esa cultura, lo que essabor de boca, hecho mano”, expresó Josefa García, propietariadel local.
Invitó a los habitantes de Morelos visitarlos yprobar las tradicionales nieves de Oaxaca: de leche quemada contuna roja, de nuez, de limón rayado elaborada sólo con el zumo,de pétalos de rosas y de beso de zapoteco.
En total, todas las mañanas preparan 43 variedadesde sabores, durante tres horas congelan los baldes, ponen hielo,sal y con una palita de madera hacen la mezcla de nieve. Losprecios son accesibles a todos los bolsillos, desde los 15 hastalos 35 pesos, y todas son preparadas con frutas naturales.
/JESSICAARELLANO