A través de su vocero oficial, el padre Tomás Toral Nájera, la Diócesis de Cuernavaca cuestionó el por qué mientras las parroquias deben llevar a cabo las actividades religiosas a puerta cerrada, el gobierno estatal pretende apoyar solo a ciertos sectores al permitir que cafeterías, restaurantes, fondas, loncherías, cocinas económicas, y micronegocios de venta en general puedan funcionar con un 25 por ciento de su capacidad.
Aclaró que existe una disyuntiva sobre las acciones que han comenzado a implementar las autoridades estatales, a las que, parece, solo pueden acceder ciertos sectores, dejando de lado a las iglesias.
Tras decretarse que la entidad morelense regresó a rojo, las iglesias han tenido que volver a celebrar la Santa Misa en privado y transmitirla a través de las redes sociales de su parroquia, suspendiendo una vez más cualquier servicio religioso.
El vicario general sostuvo que esta determinación ha sido con el objetivo de evitar aglomeraciones, aclarando que cerrar los templos no significa que todo el tiempo permanecerán así, solo para las celebraciones pero estarán abiertas para orar.
Esta será la segunda ocasión en lo que va del año que por la contingencia sanitaria se cierran las parroquias de Morelos para oficiar misas y servicios religiosos; fue hasta el pasado agosto que la Diócesis de Cuernavaca abrió sus puertas luego de casi cuatro meses de mantenerse cerradas.
El presbítero Tomás Toral Nájera informó que en el marco de alerta máxima por la pandemia, se han registrado dos nuevos contagios en sacerdotes, aunque se han mantenido estables.