El mes de febrero es memorizado como el mes del amor, en el imaginario es el mes perfecto para demostrar el amor con cartitas, chocolates, flores y hasta serenata, el mes en donde quizá el sapo se vuelve a convertir en príncipe, o el que va en busca de la princesa, generalmente pobre y falta de afecto, a darle el beso de amor verdadero, pero este imaginario que desde niñas se nos ha formado, coinciden psicólogas, nos lleva a concebir el amor romántico como algo vital para la vida de las mujeres.
Y es ese justamente el que a muchas las lleva a vivir episodios de violencia, vejaciones, golpes, abuso sexual, o en los casos más graves, las lleva a la muerte.
La psicóloga del Centro de Atención Externa (CAE), del Instituto de las Mujeres para el estado de Morelos (IMM), Miriam Ocampo Téllez, una relación basada en la igualdad y el respeto debe comenzar desde uno mismo “la idea de que las mujeres somos naranjas completas que no necesitamos de una mitad para ser felices, nos permitirá tener noviazgos libres de violencia”.
Las mujeres debemos romper con mitos que desde pequeñas se nos han inculcado y definirnos como seres completos, realizados de manera individual y que no necesitamos estar en la búsqueda de un par que “nos complemente”.
“Romper también con el mito de que el amor puede traer felicidad para el otro, y pensar en esta idea de que yo tengo que darle felicidad a la otra persona o esa persona debe darme felicidad a mi nos llevar a tener comportamientos de búsqueda de la persona tiene que brindarme esa felicidad.
La despersonalización es el inicio de anularse como mujer, dejar de hacer lo que nos gusta por hacer lo que la pareja le dicte o le pida para hacerla feliz, es uno de los aspectos que tampoco se deben olvidar y que a la larga terminan destruyendo a las mujeres.
“Esa idea de te celo porque te quiero, y si no es porque no le importas y entonces nos centramos en esta parte, y como se cruza esto con la violencia pues debido estas concepciones que se tienen, esta premisa equivocada nos lleva a una conclusión equivocada, me va a llevar a permitir maltrato, y las consecuencias son graves”.
El primer paso para salir de una relación dañina es cuestionarse a sí misma, evaluar el porqué de estas ideas, por qué permitir algún tipo de manipulación; el reconocimiento como tal de la relación que te daña y que ese daño puede ir en aumento.
La violencia tiene un inicio que se suele generalizar, y que debe ser identificada desde pequeñas cosas como el hecho de impedirte vestir de tal o cual, quitarte redes de apoyo que además las sumergirá en un ciclo que deriva en el “aumento de la tensión, la explosión aguda y la luna de miel”.
La violencia se da desde el noviazgo, y continúa en el matrimonio sino se identifican a tiempo los hechos de violencia desencadenando en la mujer varios síndromes como el de “la indefensión, el síndrome de la mujer maltratada”.