Ha transcurrido un año de haber iniciado la reconstrucción del periódico El Sol de Cuernavaca y El Sol de Cuautla, iniciando un camino hacia la construcción de un nuevo tejido social que lleva entre sus hilos la lucha contra la violencia hacia las mujeres, que se ha vuelto amigo de la paridad, la muestra principal está en Nosotras.

Atrás quedó la nota roja en donde las mujeres abusadas y asesinadas de la manera más indigna eran el foco de atracción de los lectores, en su lugar se ha dado vida a otras secciones como Nosotras que nace de esa intención de nunca más “revictimizar” a las mujeres, y jugar ese papel que desde la sociedad se nos exige ante tantos giros de timón que solo han llevado a un estado en donde la violencia no cesa.

El director de El Sol de Cuernavaca y El Sol de Cuautla, Daniel Martínez Castellanos, confiesa que a lo largo de este año transformar la mentalidad del equipo hacia y de los lectores no ha sido fácil, reeducar a una sociedad acostumbrada a ver “sangre” ha tenido costos, pero la recompensa hacia una sociedad más paritaria lo valdrá en un corto plazo.

"A pesar de sus grandes logros en la construcción social y democrática, los medios de comunicación han fallado en la inclusión de grupos que consideramos vulnerables, a quienes se ha ignorado desde la planeación de las noticias y cuyas contribuciones a la vida social, política y económica de las sociedades son innegables, y cada vez más evidentes".

En la actualidad el papel de los medios es fundamental en la democracia de cualquier sociedad que se considere democrática, y es por ello que desde sus planes de trabajo deben incluir la capacitación de su personal.

En la entidad recientemente la Red de Mujeres Periodistas lanzó un pronunciamiento en el que pidió evitar la violencia política desde los medios de información, pues en el proceso electoral que ya inició y que culminará con la votación el 6 de junio, estas faltas serán injustificables si dese ahora los medios se transforman.

“La capacitación es la clave para transformar la mentalidad al interior de las redacciones, y convencerse que no es opcional respetar a las mujeres, sino que además existen reglas que se deben acatar o de lo contrario habrá sanciones; reeducarnos entre nosotros también abona en las conductas del resto para erradicar la violencia, y las condiciones de respeto e igualdad se transformen al interior de los medios”.