Plazas públicas fueron tomadas por mujeres diversas, de todas las edades, anunciaron: “se va a caer, se va a caer… el patriarcado se va a caer” y otras más, buscando hacer cumplir con la responsabilidad del gobierno en detener las múltiples expresiones de violencia; bailaron y corearon “el violador eres tú…”, “a mí me cuidan mis amigas”.
Se convocó a mujeres y hombres a no callar y denunciar: “señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”; se llamó a la conciencia ciudadana para detener los feminicidios, gritando “nos están matando”.
Vino el confinamiento y se escucharon las denuncias de que el encierro en muchas familias generó mayores violencias hacia niñas/os y mujeres; en contraposición la voz el ejecutivo federal declaraba a la familia como la principal institución de seguridad de social” y llamó a “evitar su desintegración”.
Lamentable visión de quien no escucha, ni ha escuchado, para construir gobernanza sumando experiencia de mujeres que conocen las problemáticas y padecen múltiples violencias.
Llegó el fin del año 2020, algunas amigas nos convocaron a la renovación y a dar la bienvenida a la nueva Era de Acuario y al nuevo año; en paralelo el cielo anunció la conjunción de Júpiter y Saturno, la buena nueva de la “Estrella de Belén”.
A punto de terminar el año 2020 muchas mujeres estaremos esperando tiempos mejores y vivir sin violencias; tenemos mucho por ganar, quizá “nos han quitado todo, hasta el miedo”. Feliz y renovado ánimo para el 2021.