En misa de acción de gracias, el obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, llamó a avanzar este año de la mano de la Virgen María, para construir la paz que se ha perdido, al tiempo de recordar que 2018 fue uno de los años más violentos.
El obispo manifestó que el 1 de enero se celebra a María como madre de Dios y la Jornada Mundial por la Paz, por lo que comentó que no hay mejor manera de adentrase al año nuevo que caminado de la mano de María, "hay motivos que sabemos porque ella es un modelo y que como madre su corazón nos acompaña, su corazón nos bendice, su corazón nos protege".
Ramón Castro pidió que la comunidad sea constructora de esa paz y que realice oración profunda, para que este 2019, mejorar, "la oración es el arma más importante que tenemos los cristianos, y recordando que a través de la oración somos nosotros instrumentos que Dios utiliza".
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Asimismo, recalcó que son los ciudadanos los que tiene que cambiar la manera de ser, mejorando nuestra actuación, nuestra vida, nuestras decisiones para que una nueva humanidad surja en donde reine la paz; "esa paz tiene que ser precedida por el perdón, cuántas familias que están divididas porque no han sabido perdonarse, porque cuantas familias que no encuentran la paz entre esposos, entre padres e hijos, porque no saben perdonar", refirió.
Por ello, los invitó a que no estorbe esa incapacidad de personas, y que a través del perdón se encuentre también la paz, pues comentó que espera este año se pueda construir la paz a través de la intervención de María y a través de nuestra decisiones de ser forjadores de paz. Castro lamentó que 2018 fuera de los años más violentos, con 30 mil 500 asesinatos en el país. En su mensaje de Año Nuevo, indicó que es tiempo de una medida mecánica de rotación y traslación; "sola la fe transforma el tiempo y le da sentido", aseguró.