Durante su homilía dominical, el Obispo de Cuernavaca Ramón Castro Castro y secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, hizo un llamado al gobierno a trabajar por la seguridad de la ciudadanía y parar la violencia que se ha generado en Morelos y a nivel nacional.

"Es sabido que los índices de violencia son proporcionales a los de corrupción. En Morelos, podemos decir que estamos más tranquilos, aparentemente, porque si vemos Amacuzac, Puente de Ixtla, Huautla, Coatlán del Río y todo lo que ahí sucede y no se publica, también estaríamos muy preocupados", expresó el Obispo Ramón Castro Castro.

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Y dio lectura al comunicado que publicó el Consejo Nacional por la Paz, donde está la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Provincia de los Jesuitas, en que hacen un llamado a los gobiernos nacionales y estatales, a la escucha, a la búsqueda de acuerdos, a la exigencia que garantice la seguridad, en especial, de aquellos a quienes les han robado la voz y los derechos.

En este comunicado, se destaca que el reto más grande de una democracia no es obtener la mayoría en las urnas, sino visibilizar y dar voz a las minorías políticas, sociales, religiosas y culturales, aun cuando se tiene una mayoría que podría, equivocadamente, invitar a no dialogar. Y la gobernabilidad recae en el reconocimiento y la garantía de esa responsabilidad.

"Gobernar es garantizar el bienestar y seguridad"

Gobernar es no renunciar a la responsabilidad de garantizar el bienestar y la seguridad en el territorio nacional. Gobernar es partir de un proyecto de nación comprometido con la construcción de una sociedad más fraterna y justa, donde se fomente la cultura del encuentro y el diálogo.

"Chiapas, todos estos mexicanos que están huyendo a Guatemala, pueblos que están huyendo porque están siendo atacados por el crimen organizado, no se imaginan ustedes porque no se publica todo. El dolor de esos obispos de ver a su gente con hambre huyendo, con miedo", dijo Ramón Castro Castro.

Asimismo, se menciona a otros estados como Michoacán, Guanajuato, Guerrero y tantos que claman no ser abandonados, pues la barbarie recorre sus municipios en un desamparo total hacia quienes han sido expulsados de sus tierras, de sus sueños, de sus familias y de la vida misma.

"A los gobiernos estatales y locales les imploramos detengan la violencia, acaben con la corrupción en las fiscalías, atiendan las cárceles, está en sus manos resolverlo".

Asimismo, se hace un llamado a la sociedad civil y a todas las iglesias a generar un espacio de diálogo, esperanza y organización, detallando que en este Diálogo Nacional por la Paz tienen un aliado para trabajar por la paz.