Como cada año, artesanos originarios de Tlaxcala arriban a Morelos para vender sus piezas de barro en la tradicional Feria de Tlaltenango, las cuales incluyen ollas, jarrones, cántaros y cazuelas.
Desde 1983, Edilberto Sevilla Ramos se dedica a la venta de estos productos, pues su padre lo traía desde entonces a la Feria de Tlaltenango para ofrecer las piezas de barro que ellos elaboran. De esta manera, afirmó, el oficio ha pasado de generación en generación, ya que ahora sus hijos lo acompañan.
Así como otros comerciantes se instalaron en la avenida Emiliano Zapata, Edilberto Sevilla llegó en compañía de su familia la mañana del viernes desde Tlaxcala para colocar sus piezas de barro, las cuales ofertará durante aproximadamente 10 días.
Edilberto cuenta que si bien recorre diversas ferias religiosas a lo largo del año, desde que era joven, su padre le inculcó una devoción por la Virgen de los Milagros, a quien visita cada año, en quien tiene fe y en quien se encomienda todos los días. Esta fe también se la inculcó a sus hijos, quienes son devotos de la Virgen de Los Milagros, a quien le piden que los cuide, proteja y que nunca les falte salud y trabajo.
Otras ferias que visitan don Edilberto y su familia son la de Tepetixtla, Estado de México, en enero; en cuaresma, la de Amecameca; en julio, la de Tenextepango, en Morelos, y la de San Miguel del Milagro, en Tlaxcala.
Los asistentes regularmente buscan sus piezas, pero las que más compran son ollas de barro, cazuelas, jarros, cántaros y jarras.
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