Esta vez no era tristeza lo que se percibía alrededor de las lápidas sino nostalgia y recuerdos. La muerte fue la causa para que esté día los camposantos luzcan llenos de flores, de velas y música, pero también, llenos de vida.
Como cada año, el 2 de noviembre Día de Muertos, miles de personas visitan el Panteón Municipal como parte de una tradición que dice que este día los muertos bajan a la tierra para convivir con los vivos
Este camposanto ha sido por siempre uno de los más visitados, al ser el de mayor tradición, construido hace más de 130 años.
Desde temprana hora la gente empezó a llegar, llevando flores en sus manos pero también, pláticas pendientes por terminar.
La flor de cempasúchil y terciopelo, las velas, el incienso y la música de mariachis y norteños, hacen que este panteón este de fiesta, dejando por un momento de lado la tristeza y permaneciendo únicamente la nostalgia y el recuerdo de familiares y amigos que ahora pasaron a un mejor vida.
De acuerdo al director de Panteones, René Trejo para este día de montó un operativo especial con apoyo de la dirección de Protección Civil y Seguridad Pública.