A pesar de la llegada de nuevas tecnologías y por ende, mayor acceso a la información, la radio sigue siendo el medio de comunicación más usado en todo el mundo. Su capacidad de llegar al mayor número de público posible la convierte en una herramienta indispensable para dar forma a la experiencia de la sociedad en la diversidad, y es el escenario perfecto para que todas las voces se expresen libremente, se sientan representadas y puedan ser escuchadas.
Así lo define las Naciones Unidas, que con más de un siglo de historia este 13 de febrero está de fiesta al ser el Día Mundial de la Radio, pero el ser uno de los medios de comunicación más fiables y de mayor uso trae consigo coartar la libertad de expresión y censura de los periodistas radiofónicos que han padecido hasta la pérdida de empleos o espacios por órdenes de las autoridades en turno.
Morelos no está exento de este tema, principalmente por el gobierno del estado y retomando las palabras del periodista y locutor de radio español, Luis del Olmo “yo siempre he querido tener mis emisoras para que nadie me callara”, muchos periodistas morelenses han tenido que generar sus propias plataformas para seguir alzando la voz e informar a la población sobre la realidad que vive la entidad.
Este es el caso del periodista y radiodifusor por cerca de 36 años, Teodoro Rentería, quien en el sexenio del panista, Sergio Estrada Cajigal, padeció un intento de censura por instrucciones del mismo mandatario estatal pero dadas a conocer por el entonces secretario de gobierno, Eduardo Becerra.
Recién llegado al estado de Morelos para tomar las riendas de Radio Fórmula, donde fungió como director general y es fundador, -laborando por 10 años-, el entonces secretario de Estrada Cajigal pidió directamente su cabeza al propietario de la frecuencia, Jaime Azcarraga Romandia.
En entrevista para El Sol de Cuernavaca y El Sol de Cuautla, el periodista recordó que Azcarraga Romandia fue citado en Casa Morelos para informarle sobre dicha petición; sin embargo, expresó, que con toda la certeza y cuidado, sabedor de que si cedía su cabeza en Morelos otros gobernadores pedirían lo propio en otras entidades, lo defendió, negociando un espacio informativo de sólo media hora que Teodoro Rentería tuvo que padecer por cerca de cuatro años.
“Que pidan tu cabeza sin saber el impacto en tu economía, en tu familia, en tu persona, en tu trabajo periodístico, es muy grave”, expresó.
Este no fue un caso aislado debido a que con el actual Ejecutivo estatal ha padecido la pérdida de proyectos y hasta amenazas, puesto que, refirió, el propio gobernador Cuauhtémoc Blanco le advirtió que durante su administración no tendría un sólo centavo en publicidad, primero porque el exgobernador Graco Ramírez le pagó supuestamente para golpearlo y después lo hizo su hijastro, el excandidato a gobernador, Rodrigo Gayosso.
Esto ocurrió en un encuentro informal en un restaurante de la ciudad, a lo cual el periodista respondió que si lo conociera ni siquiera se atrevería a manifestarle esos planteamientos, aunque sus amenazas no resonaron para el comunicador, puesto que, afirmó, no tenía ni tiene intereses en ese tipo de contratos.
Pero esto no quedó ahí, ya que en la estación de radio donde operaba desde hace más de ocho años le hicieron algunas ofertas para impedir que un esfuerzo periodístico que había creado un grupo de compañeros que no coincidían con la forma de gobernar de Cuauhtémoc Blanco Bravo saliera a la luz, “cerca de 40 periodistas convergían y nos mataron pero hoy revivimos y aquí estamos vivos”.
A lo largo de su carrera, Teodoro Rentería ha tenido que enfrentar también la censura por parte de la iglesia católica, esto fue en Ciudad de México cuando empezaba el tema de la despenalización del aborto y al ser los dueños de la estación donde laboraba una familia muy creyente le pidieron que no hablara ni a favor ni en contra “porque su papá creía”, duró un mes más y se retiró.
“Quien hace o ejerce con libertad el trabajo periodístico siempre está sometido al intento de control por parte de la autoridad en turno”, confirmó.
El periodista Alberto Millán ha sido víctima también de este tipo de actos, particularmente provenientes del gobierno en su momento, del exgobernador perredista, Graco Ramírez y ahora con el gobierno pesista encabezado por Cuauhtémoc Blanco Bravo, lo cual atribuye al contenido de la información que maneja y la falta de capacidad de las autoridades para resistir la crítica con elementos y sustento.
Señaló que a raíz de que la información que manejaba le molestó al exmandatario perredista pidió a los dueños de la estación de radio donde trabajaba que lo sacaran del aire o no serían tomados en cuenta para los convenios publicitarios que cada año se firman con el gobierno; esta situación escaló a tal grado que por tres años, los últimos de su sexenio, estuvo fuera del aire pese a que mantenía dos horarios, matutino y vespertino.
En el actual sexenio la situación no ha sido distinta, puesto que otro proyecto que inició con un grupo de periodistas fue censurado, los dueños de la estación de radio fueron obligados por el gobierno del estado a sacarlos del aire, esto, aseguró, fue por las críticas que lanzaban al gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo.
“Si bien la radio es de alto espectro y obviamente como ciudadanos tienen la decisión de ponerle a tal o cual estación de radio, el hecho de sacarnos a nosotros, una voz crítica, también afecta a los radioescuchas, a los ciudadanos del estado de Morelos que nos escuchaban y siguen”, reiteró.
La censura y ver coartada su libertad de expresión no han sido motivos para frenar a Alberto Millán, al contrario, son un impulso para seguir generando información a través de las redes sociales, que, indicó, son los espacios donde puede expresarse y demostrar su trabajo periodístico a quienes han estado seguido a lo largo de su trayectoria pero también como una nueva opción de información a las nuevas generaciones.
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