Elizabeth Cisneros, presidenta de los Pintores de la Catedral en Cuernavaca, lleva meses dando la lucha para mantener su espacio cultural y de venta en la calle Hidalgo, luego de haber sido retirados por la comuna capitalina.
Aún así no descarta que nuevamente se les pida moverse del lugar en el que cada fin de semana se colocan esperando atraer un poco de dinero para seguir dedicándose a su oficio, que es la pintura.
“Diputados locales, la historia y la cultura son patrimonio del estado; ustedes tienen la obligación de salvaguardarla”, “Basta de vender espacios públicos en perjuicio de los artistas y pintores”, acusan en las dos lonas colocadas sobre la banqueta de la calle Hidalgo, justo frente a la Catedral, misma que a decir de ellos les da cierta “tolerancia” para no ser retirados, pues además de vender sus obras también ejercen su derecho a la libre manifestación.
“A fin de mes no descartamos que otra vez nos quiten porque sabemos que el restaurante que está arriba se quiere bajar y poner mesas; andan midiendo la banqueta porque quieren hacerlo más turístico, a nosotros no nos han dicho nada”.
Dijo que en varias horas no ha podido vender ni 50 pesos, ya que entre sus productos se encuentran también separadores pintados a mano, siendo éste el producto más económico; lamentó que entre las opciones dadas por las autoridades es que se vayan a El Salto, pero tiene poca esperanza de vender el mínimo: “¿allá qué vamos a vender?, nada, nos vamos a morir de hambre”.
“Nos están pidiendo un pago de 2 mil 700 por permiso más 5 años atrasados; estamos hablando como de 16 mil pesos. Es mucho dinero, la verdad no tenemos nada, yo tengo más de 30 años vendiendo los sábados y domingos y jamás hemos pagado, los pintores en nuestro caso, los artesanos no sé, porque somos libres de impuestos, aunque con la nueva administración no sé”.
Se dijeron dispuestos a realizar un pago siempre que sea apegado a su realidad económica, ya que apenas han subsistido durante la contingencia sanitaria:
“A penas llegamos a vender un cuadro al mes, uno cada tres meses, yo ahorita no he vendido ni 50 pesos; hago separadores para sacar lo de la ruta pues ahorita no he vendido nada”.
Advirtió que si los reubican no se quedarán con los brazos cruzados: “pelaremos hasta el último momento”.