Poca afluencia en los panteones, previo al Día del Padre

No está restringido el número de personas por familia para ingresar, solo se debe seguir los protocolos sanitarios

Jessica Arellano | El Sol de Cuernavaca

  · sábado 19 de junio de 2021

Poca gente ha acudido a los panteones previo a la celebración del Día del Padre / Haidee Galicia | El Sol de Cuernavaca

Panteones de Cuernavaca presentaron una muy baja presencia de visitantes, además de que se les prohibió el ingreso de flores y veladoras, previo a la celebración del Día del Padre.

Jesús Mendoza Morales, director de panteones del Ayuntamiento de Cuernavaca, informó que este sábado fue muy poca la gente que acudió a los panteones de la capital.

No saben si se trata por la pandemia o por las lluvias que se presentaron desde la mañana del sábado.

Indicó que para ingresar a los panteones se debe de respetar y seguir los protocolos sanitarios, por portar cubrebocas, toma de temperatura en la entrada, uso del antibacterial y pasar por los tapetes sanitizantes.

Asimismo señaló que por indicaciones de las autoridades de salud estatal y como medida de prevención contra el dengue, está prohibido ingresar con flores y veladoras.

No está restringido el número de personas por familia para ingresar, solo se pide cumplir con el escudo de la salud y respetar la sana distancia.

En un recorrido realizado en el Panteón La Leona, ubicado en la colonia Carolina se pudo constatar que era casi nula la presencia de familias que acudían como parte de la celebración del Día del Padre.

Quienes acudieron se quejaron porque no se les dejo ingresar con flores y veladoras, argumentando que es una costumbre dejar flores a sus difuntos.

Integrantes de la familia Sánchez Martínez refirieron que cada año acostumbraban a visitar la tumba de su abuelo, el año pasado como estuvieron cerrados los panteones no pudieron hacerlo.

En esta ocasión pudieron acudir a visitar su tumba, pero con restricciones, sin poder llevar flores, no prenderle una veladora, ni mucho menos convivir un rato en familia, y preparar y comer los alimentos que era sus preferidos en vida como el mole verde, tortillas hechas a mano, su refresco y cerveza preferida.

A diferencia de otros años, en esta ocasión no existían diversos puestos de flores a las afueras del panteón, ni músicos, el lugar lucía solo, como cualquier día entre semana.