Los números cuentan historias, y en el caso de la salud masculina en Morelos, la narrativa es preocupante. En 2018, cerca de 130 morelenses perdieron la vida a causa del cáncer de próstata, una enfermedad prevenible por medio de una prueba que ya no es invasiva.
En 2019 y 2020, las principales enfermedades que acabaron con la vida de los hombres morelenses fueron la diabetes mellitus (12.1 %), enfermedades isquémicas del corazón (8.7 %) y las infecciones respiratorias agudas bajas (2.7 %). El 22.8 % de los hombres murieron por agresiones y el cuatro por ciento en accidentes de vehículos de motor, de acuerdo con los Servicios de Salud (SSM).
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LOS ALTOS COSTOS
Más allá de estas cifras, subyacen cuestiones de cultura, estigma, y un desafío desproporcionado que los hombres enfrentan al cuidar de su salud.
Las cuestiones de salud no sólo tienen un impacto emocional y físico, sino que también tienen un precio económico. David Alfaro, titular de la Dirección de Salud de Totolapan, ofrece una visión de los costos de las pruebas médicas para hombres y mujeres.
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Según Alfaro, un antígeno prostático puede costar lo mismo que un marcador tumoral, una mastografía, o incluso un ultrasonido de mamas, de 300 a 600 pesos, si bien los precios pueden variar dependiendo del prestigio del laboratorio.
Con todo, se trata de costos comparables. Pero estos precios, tanto económicos como emocionales, se ven exacerbados por la cultura y el estigma.
La cultura, el estigma y la salud masculina
El machismo y los estereotipos de género arraigados en nuestra cultura tienen un efecto perjudicial en la salud masculina.
Muchos hombres, influenciados por la expectativa social de ser fuertes y autosuficientes, evitan buscar atención médica.
Las visitas al médico, las pruebas de detección y los tratamientos son a menudo vistos como señales de debilidad y esta mentalidad puede tener consecuencias bastante graves.
Jonathan Villalba Lezama, director de Creativería Social, un colectivo dedicado a la promoción de nuevas masculinidades en comunidades rurales del estado, destaca este fenómeno.
Según Villalba Lezama, muchos hombres evitan prevenir enfermedades porque sienten la necesidad de ser fuertes. Esta mentalidad, dice, surge de los estereotipos y normas de género arraigados en la cultura.
"Muchos hombres no buscan prevenir enfermedades porque sienten la necesidad de ser fuertes. Esta mentalidad surge de los estereotipos y normas de género arraigados en la cultura, que sugieren que buscar ayuda médica puede ser una señal de debilidad", dice Villalba.
A menudo, esta reticencia se convierte en un obstáculo para la prevención y el tratamiento temprano de las enfermedades, lo que puede tener consecuencias graves para la salud de los hombres.
El machismo en las comunidades rurales
En Totolapan, localidad rural en la región de Los Altos donde el machismo sigue siendo una norma, los hombres se resisten a las pruebas médicas por miedo a que sean invasivas. En realidad, estas pruebas suelen ser simples y pueden proporcionar resultados en minutos.
"Existe todavía mucho tabú, y tal vez la cultura machista persistente disuade a los pacientes masculinos de buscar atención médica. Esto puede complicar problemas que inicialmente podrían ser simples de diagnosticar y tratar, retrasándolo hasta que se vuelvan más graves".
Este miedo se traduce en una falta de prevención, lo que puede tener efectos devastadores.
En 2018, el cáncer de próstata arrasó con la vida de 127 morelenses mayores de 45 años de edad, principalmente en los municipios de Cuernavaca, Cuautla y Jiutepec, según datos de los SSM.
"El cáncer de próstata es una enfermedad que se puede tratar de manera efectiva si se detecta temprano, pero muchos hombres evitan las pruebas de detección por miedo o por ignorancia", dice Alfaro.
Hacia la equidad en la salud
La equidad en la salud es un derecho humano fundamental y la batalla por alcanzarla no se limita a las mujeres. A menudo, las campañas de salud y educación se centran en las mujeres, dejando de lado los problemas de salud masculina.
"Desde el propio Estado no ha habido como tal una campaña sobre eso. De unos veinte años para acá, muy pocas veces se ha tocado esa parte de que, como hombre, también tienes que cuidarte, tienes que prevenir, porque el propio Estado lo ha visto así", agrega Villalba.
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