Con frecuencia, usuarios de redes sociales señalan que la estructura del distribuidor de Buenavista, ubicado en la avenida Emiliano Zapata, al norte de Cuernavaca podría caerse.
Esto debido a la separación que se observa entre una trabe y otra, justo en donde estaba antes la glorieta de Emiliano Zapata.
Al respecto, Abraham García Campos, integrante del Colegio de Ingenieros del Estado de Morelos explica que en realidad se trata de una ilusión óptica por la deflexión de las trabes, es decir, la curvatura que por el diseño del proyecto se tiene que dar con las dos estructuras lineales.
“Desde abajo se puede apreciar una mayor separación, pero desde arriba no lo existe y al final concluimos que no hay ninguna falla o fractura en la estructura como los ciudadanos creen”.
La vida de una placa de neopreno es de 20 años, pero puede desgastarse en menos tiempo dependiendo de muchas condiciones. La primera es que no sea de buena calidad o que no se utilizó el necesario durante su construcción.
El puente de Buenavista tiene apenas 11 años de haberse construido, pero en ese caso se cree que fue el flujo de autos pesados lo que provocó su desgaste, pues el paso solo fue diseñado para vehículos ligeros.
“En el caso del neopreno de este puente se puede leer las siglas SCT que quiere decir que la construcción fue supervisada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)”, dijo Abraham.
Hacen falta estudios actuales para determinar desgaste
Para saber qué tipo de desgaste presenta un puente vehicular se realiza un análisis estructural que puede arrojar tres resultados: A, B y C, el primero indica daños a la estructura y riesgo de colapso, por ejemplo, el Paso Exprés, cuando se originó el socavón.
El segundo significa que tiene deficiencias mayores, pero no corre riesgo de colapso, es decir que con solo un mantenimiento puede repararse, mientras que el tercero se refiere a deficiencias menores de evolución lenta, es decir, que no presenta daño y solo tiene un desgaste “natural”.
En esta escala, el paso a desnivel del distribuidor vial Buenavista de Cuernavaca se encuentra en B, de acuerdo con el último estudio que hizo el Colegio de Ingenieros del Estado de Morelos.
“Lo que solamente se necesita para ese puente es el cambio de las placas de neopreno que se colocan en las uniones, entre trabe y trabe, es un plástico que sirve para amortiguar los movimientos”, aseguró Abraham García Campos, integrante de ese Colegio, quien detalló que de acuerdo a los resultados, las reparaciones deben realizarse en un plazo no mayor a seis meses.
Morelos no cuenta con datos sobre condiciones de puentes
En el estado no se tiene un padrón de cuantos puentes peatonales y vehiculares existen y mucho menos cuáles son sus condiciones actuales por lo que cada Ayuntamiento tendría que destinar un presupuesto para evaluar sus estructuras.
“Aquí lo importante es que todos los municipios y los Gobiernos estatales deben de detener un dictamen estructural de todos los puentes, edificios y hasta las tuberías que son de mayores dimensiones para tener identificados los riesgos”.
Los sismos mayores a seis grados generan movimientos considerables en las estructuras de cualquier construcción, por lo que cada vez que se registra uno, debería de realizarse un nuevo estudio