La laguna de Tequesquitengo vuelve a vivir el fenómeno natural conocido como “revuelco” que se presenta cada año en invierno y se detecta por la muerte de cientos de peces, situación que para los vecinos es “natural” ,ya que representa una depuración del depósito de agua.
No hay una fecha específica pero en las riveras de la laguna se puede ver cómo flotan cientos de peces pequeños y una que otra mojarra. Se trata de un fenómeno natural que ha sido estudiando por especialistas y hasta la fecha nadie ha evitado que año con año siga pasando, al fenómeno lo llaman “revuelco” o “golpe térmico”.
Si bien el fétido olor de azufre es muy molesto, este año fue menos drástico, pero es temporal, entre más rápido limpien de peces muertos el lago este desaparece, fenómeno que es cíclico en cada temporada invernal.
Descartan que esto sea un envenenamiento, es más bien falta de oxígeno en el agua lo que mata a los peces más pequeños, como la platilla y las crías de mojarra, por lo que consideran que afecta a las más débiles las más vulnerables que se atribuye a la reacción del Tequesquite, refiere Raúl Flores Sánchez, originario de este poblado turístico.
Desde su punto de vista, en el invierno el día que más frío hace hay una reacción del Tequesquite que es rico en azufre, es por eso que se mueren algunos peces más débiles al haber una descarga de azufre. Y el olor dura de tres semanas a un mes dependiendo de las condiciones del clima.
Los restauranteros y hoteleros de la zona turística de Tequesquitengo aseguraron que mantienen abiertos sus negocios siempre con las garantías y protocolos de sanidad que deben aplicarse. Aunque para Oscar Adame García, prestador de servicio de alimentos en la zona de Playa Linda, en los últimos días se han registrado pérdidas y poco aforo, mismos que cayeron un 70 por ciento y más que al fenómeno natural del lago, lo atribuyen a la cuarta oleada de la pandemia.
Para Laura Ocampo, residente de Tequesquitengo desde hace más de 12 años, este fenómeno se presenta a finales del mes de diciembre, y esto tiene que ver con las minas de Tequesquite que de alguna forma generan una reacción con el frío, y eso provoca la falta de oxígeno y la causa de que los peces más pequeños mueren, por lo que rechaza que haya un envenenamiento o contaminación de la Laguna.
Lo más grandioso de este fenómeno natural es que después del “vuelco” el mar de Morelos luce más limpio, trasparente y con ese tono azul tan característico, por lo que es un hecho que se hace una auto-limpia con esas reacciones del Tequesquite.
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