De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las 19 presas ubicadas en Morelos, reportan una capacidad promedio del 20 por ciento, en casos más críticos a penas llega al 3 por ciento; el investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) en materia ambiental Rolando Ramírez Rodríguez, que estos bajos niveles podrían deberse a varias situaciones como la falta de precipitaciones pero además la velocidad con que se está evaporando y el abuso de las mismas para términos de agricultura.
Las presas conocidas como “Cayehuacan” en Axochiapan, y la de “Amilcingo” en Temoac, son las que menores niveles de llenado presentan con un 3 y 4%, según el reporte de la Conagua de este 11 de mayo; así como la de la “Barreto” de Zacualpan de Amilpas la cual esta en un 0.08%.
Entre un 10 y un 15% de agua son las presas la del “Rodeo” en Miacatlán, el “Abrevadero” de Jantetelco, y la de “Ahuehuetzingo” en Puente de Ixtla, dos de ellas en la zona sur del estado.
La que mayor nivel registra con un llenado del 87% es la presa “El Tilcuate” en Tetecala. En general las 19 presas con las que cuenta el estado tiene un 20.74% , revela dicho reporte.
Para este tema el Sol de Cuernavaca consultó al investigador del Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación de la UAEM, Rolando Ramírez Rodríguez, aportando que son varios factores que han influido para que las presas estén en estos niveles tan bajos “con una cantidad agua del 80 por debajo de su capacidad”.
“Se conjugan varios factores, entre ellos la evaporación del agua producto de las altas temperaturas; pero también el hecho de que se ha eliminado la cubierta vegetal cada vez más, y esto ocasiona que las corrientes arrastren más suelo y la capacidad de almacenamiento de las presas disminuya,&8 que conocemos como azolvamiento”.
Lo que genera que las presas se llenen menos que en años anteriores a la hora de la llegada de las lluvias.
Otro factor es “el uso que se le da al agua almacenada, es necesario que las prácticas agrícolas de riego se modifiquen para que el agua no ruede tanta distancia y se pierda por infiltración y evaporación. Un ejemplo también son los animales como las vacas que en promedio consumen 100
Litros de agua por día, eso requiere de mucha agua”, sumado dijo, a los incendios que se han reportado y que también consumen la cubierta vegetal.
Los riesgos “es una menor producción agrícola y ganadera. Y una importante afectación a la dinámica social comunitaria. Todo parece indicar que habrá sequía en los próximos años en la medida que se pierdan zonas arboladas, que se transformen los suelos de vegetación natural en espacios para agricultura, ganadería, asentamientos humanos no esenciales ( de fin de semana), desarrollos turísticos, proyectos que se impulsan bajo el beneficio de fuentes de trabajo y desarrollo social y económico , estaremos viviendo condiciones climática cada vez más extremas”.
No se tiene definido en cuantos años podría ocurrir esto, reconoció, no obstante, la política económica del “consumismo” y en una imagen de “acumulación de riqueza”, traerán consecuencias de este tipo.
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