Productores de la zona sur poniente de Morelos cultivaron por primera vez en el estado alrededor de 3.5 hectáreas de soya, esto como parte de un proyecto escolar que impulsó la Secundaria Técnica 9 de Xoxocotla.
Con el apoyo de investigadores y autoridades del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) se realizó la actividad denominada "Producción, promoción, usos y beneficios de la soya", donde el productor agrícola Librado Ramírez Vázquez compartió su experiencia en la siembra del frijol soya, quien además fue asesorado por el investigador Jesús Salmerón Erdosay y el profesor Felipe Bahena Jacobo, quienes impulsan desde hace diez años la difusión de los beneficios de esta importante semilla.
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En el campo "La Bolita", del Ejido de Amacuzac, se realizó una muestra de alimentos preparados a base de frijol soya, desde lo básico como agua tipo horchata hasta ceviche con frijol germinado o de masa (okara), hasta tinga, atole, tacos dorados tipo picadillo y mazapanes. Por el momento existe un recetario con al menos 100 platillos, aportación de maestros, amas de casa, exalumnos y muchas personas que probaron el frijol de soya y lo agregaron a su dieta familiar.
El profesor Felipe Bahena Jacobo, de la Tecnología de Agricultura de la escuela Secundaria Técnica 9 de Xoxocotla, e ingeniero agrónomo fitotecnia egresado del Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero (Csaegro), dio a conocer que esto marca el inicio del cultivo mecanizado a gran escala de la soya para consumo humano y animal en Morelos, ya que por primera vez se está sembrando el frijol de soya a gran escala gracias a la confianza de productores como el señor Librado Ramírez Vázquez, del ejido de Amacuzac.
Por el momento se sembró una superficie de 3.5 hectáreas, lo que convierte a Morelos en un productor de soya, grano sobre el que existe un gran desabasto en México.
De acuerdo con el productor, la cosecha se va a utilizar para sembrar de 50 a 100 hectáreas de soya, de la variedad Valente y Sálcer, una semilla mejorada y patentada por investigadores del Csaegro, para consumo humano, pero también para usar como forraje.