El aspirante priista a la Presidencia del PRI, José Narro Robles, confió que si supiera que cambiando el nombre y quitando los colores de la bandera a ese partido, la gente volvería a confiar en ellos, lo haría, pero en su opinión no se necesita llegar a tanto, porque ese instituto político se puede levantar electoralmente con las mujeres y hombres que decidan quedarse porque muchos personajes se reciclaron para irse a otros lados.
Aceptó que el priismo enfrentó la peor derrota electoral en toda su historia, sin embargo ese partido está y la militancia existe, pero también atrás existe una historia “son 90 años con una historia que tiene éxitos y tropezones, aciertos y desaciertos, un presente configurado por lo que hoy en todo el territorio nacional tiene el PRI, incluidos más de nueve millones de votos que recibió en la elección para los candidatos en los diferentes cargos, y un porvenir que allí esta, depende de lo que se haga y deje de hacer en el partido y por los priistas”.
José Narro, exsecretario de Salud en la administración de Peña Nieto, aceptó que entre los priistas prevalece un ánimo crítico, pero también una preocupación por la derrota electoral y una convicción de que el partido se debe transformar y seguir en la contienda electoral y sobre todo en la búsqueda de las posiciones para contribuir al desarrollo de México.
El aspirante priista mencionó que el camino que les queda es la reconciliación, y hacerlo con toda apertura y unidad. Por eso, aseguró que un cambio de nombre, de colores o siglas no es una garantía de que en automático la gente vuelva a tener la confianza en la gente, o que sea una solución más rápida, “solo el cambio de lema, colores o de nombre no va a resolver el problema de la dirigencia y la militancia, y de la defensa de los grandes propósitos, es necesario encontrar una respuesta al problema de la democracia dentro del partido y de la búsqueda de la justicia social, pero hay que hacerlo e intentarlo”.
No obstante, indicó que la propuesta es trabajar con quienes decidan quedarse, aunque muchos se fueron en un momento difícil, “ no sólo es llegar a la Presidencia solo para estar allí, hay que transformar el partido pero debe ser en términos reales”.