Puente con más de 400 años se desmorona

Las lluvias han reblandecido el material en las fracturas que dejó el 19S

Angelina Albarrán

  · lunes 9 de julio de 2018

Los daños del sismo del 19S no han impedido que la gente pase sobre el deteriorado puente de piedra “Celerino Manzanares”, el cual cumple 401 años, el 3 de agosto, pero el legendario puente se desmorona, las lluvias han reblandecido el material en las fracturas.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y las autoridades municipales no han hecho nada por rescatarlo, el puente que durante 400 años ha soportado otros eventos y el golpe de las crecientes del río Yautepec, se resquebrajó con el sismo de19S.

El puente conocido con el nombre de la colonia y con el de Santo Domingo de Guzmán, se ha convertido en un punto de riesgo para la población que lo usa de paso de un extremo a otro de la colonia Celerino Manzanares. Personas de la tercera edad, niños, jóvenes y adultos cruzan pues es la única vía que comunica las calles Andrés Núñez y Jesús Cerrillo, y el barrio de Tlayehualco.

Al respecto, la vecina María Rosas dijo: “No hemos dejado de pasar sobre el puente, a pesar de que vemos que se cae, aunque sólo las partes laterales; claro, no digo que no es peligroso pero tendríamos que dar vuelta hasta el Puente de la Cantora y si está muy lejos”.

Explicó que es muy cómodo para los vecinos por las distancias, ya que deben cruzarlo diario y varias veces al día, sobre todo aquéllos que acuden a la primaria y al jardín de niños.

Los vecinos aseguraron que el INAH, además de no dar respuesta, les pidió que recojan las piedras que se cayeron al río, para la rehabilitación, situación difícil sobre todo por las crecientes.

También señalaron que nadie se ha ocupado de protegerlo, y se desmorona en sus fracturas, pero ahora sólo les queda esperar a que cuando las autoridades electas asuman su cargo, cumplan lo que prometieron: rehabilitarlo o construir un puente alterno.

UN DATO:

Se cuenta entre las leyendas que en la construcción del puente de piedra que data de 1617, dejaron en los cimientos varias cabezas de trabajadores indígenas, para que sirvieran de vigilantes y por eso el puente no se cae, por muy grande que sea la creciente del río.