Para la mayoría de los propietarios de negocios han pasado casi 80 días desde que bajaron las cortinas y cerraron las puertas ante el llamado de la autoridad por la pandemia, sin embargo, hace una semana hubo esperanza, debido a que el 15 de junio sería la fecha para el reinicio de las actividades, pero esta ilusión se diluyó con el anuncio de Cuernavaca que, a recomendación de las autoridades de Salud, dijo que las restricciones se alargaban al 30 de junio. El incumplimiento de las personas, los ciudadanos, la gente, o la autoridad, los funcionarios, de quien quiera que haya sido, no ha permitido que Morelos pase de un semáforo a otro. Los negocios al término del 30 de junio morirán en un 50 por ciento.
El desánimo, la desesperanza y la molestia son evidentes en los rostros de los comerciantes, quienes desde una semana antes se prepararon, buscaron la capacitación para seguir y aplicar las recomendaciones, hicieron limpieza de los lugares, llamaron a todo su personal para que se alistara en el reinicio de los trabajos; pero resulta que restauranteros y ambulantes, todos tienen una coincidencia según la autoridad, y comparten su destino en la clasificación, no forman parte de las actividades no esenciales, al menos no lo que marca el semáforo rojo.
“Todos estamos desesperados, y muchos patrones ya no pueden seguir pagando los salarios, los servicios, ya ni siquiera las rentas”.
Y por eso, con el inicio de la semana comenzaron a realizar las compras que pudieron, llenaron parte de la despensa, lavaron los enseres de las cocinas, restregaron las mesas, algunos hasta pintaron algunas de las paredes. Parecían los comienzos, como en la inauguración.
“Había mucha ilusión de que íbamos a podrá abrir el 15 aunque sea con el 30 por ciento de la capacidad, y subir al 50 por ciento de inmediato que ya nos da un margen al menos para la nómina, es decir no estamos pensando en la renta, o la luz y el agua y otros impuestos”.
Aurelio tiene su puesto en el Puente de Dragón, también acudió hacer aseo a su local, aceptó que no hay nada nuevo, toda la mercancía que tiene desde hace más de dos meses tendrá que sacarla, aunque dice que será difícil, sobre todo en medio de la crisis, "quién espera comprar ropa de inmediato, es evidente que van a preferir la comida a la ropa", expresa resignado.
“15 días más es la muerte total para mucho de nosotros”, señaló Fernando a cargo de un puesto de jugos en el quiosco de la capital; sin ayuda, orientación y apoyo lo que hoy piden no es dinero regalado o apoyos en otro orden, han escuchado de apoyos y recursos, pero dijo que es mentira, “lo que dicen del IMOFI no es verdad, que dicen que es pre autorizado pero esa mentira, porque al llegar al banco rechaza la solicitud de acuerdo al giro, es al final un préstamo común y corriente.
Por cosas como está la vicepresidenta de la Canirac, Griselda Octavio, ratifica que en realidad a pesar de los discursos oficiales los comerciantes, y propietarios de algún negocio están ahogados.
El pariente administra un restaurante en el centro de la capital, desde hace diez años la marca se ha consolidado, pero hoy no sabe cuál será el futuro, cada que uno pasa por allí, repetía que nuevamente el 15 volvería abrir para eso, instruyó a sus colaboradores levantar las mesas, se lavó el piso, fue al mercado porque estaba seguro que el lunes la gente volvería como cuando antes del Covid-19 el lugar siempre lucio lleno.
Pero la noticia lo congeló, deben esperar al menos 15 días mientras cambia el semáforo de alerta en salud, “no manches, así nos van a traer y haber hasta donde nos llevan. Yo creo que muchos vamos a cerrar, ya esta vez sí será difícil levantarse”.
Pero no sólo ahora deben pensar en el 30 de junio sino en lo que vendrá después, porque es claro que la gente terminando las restricciones mientras el semáforo avanza, y al llegar al verde, los restaurantes no serán la primera opción de las familias. “La gente no tendrá dinero de inmediato, primero tendría que haber trabajo, y eso agrégale los problemas como el estrés, los asuntos familiares y psicológicos, es claro que terminaremos afectados, mis hijos en todo este tiempo no les ha dado ni el sol creo”.
Don Raúl, preocupado también acepta que no sabe que pasara en 15 días, aguantará hasta donde pueda porque el lugar de comida que tiene desde hace dos décadas esa l forma en que mantiene a su familia, pero le preocupa que nadie se ha acercado para decirles cómo deben regresar a la llamada normalidad, “todo lo he leído por internet, y que hablé el ayuntamiento me dicen que vea la página que allí está todo, es decir nadie se ha acercado a decirnos como vamos hacerle”.
No obstante que están en el primer cuadro de la capital, otros lugares sobre todo las plazas comerciales han recibido toda la atención de la autoridad, han sido capacitados, les han mercado entradas y salidas, y para otros como los comercios familiares solo les dicen “vean en internet”.
El 15 de junio era la fecha esperada, todos los prestadores de servicios esperaban con ansia el día para reiniciar actividades, pero alguien no asumió la responsabilidad y Morelos no salió del semáforo rojo de la clasificación en salud y deben pasar todavía 15 agonizantes y largos días.