En Jantetelco, un grupo de 45 familias de productores de dulces típicos decidió reactivar su industria para hacer frente al mercado de dulces típicos de la comunidad vecina de Huazulco, en el municipio de Temoac. Entre su oferta destacan las alegrías, piezas gastronómicas de amaranto y dulces cristalizados de fruta del estado.
La tradición de elaborar dulces cristalizados en Jantetelco se remonta a hace más de 70 años y al día de hoy aún es la fuente de ingresos y orgullo para los pobladores.
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Julio García Bonilla, representante de los productores, compartió la variedad de dulces que elaboran en el pueblo.
"El dulce cristalizado incluye chilacayote, jamoncillo, higo y calabaza. El jamoncillo es el más apreciado, mientras que el chilacayote es el más bonito que se hace en Morelos y en el pueblo de Jantetelco", afirmó.
La producción de estos dulces es una tradición familiar que se transmite de generación en generación. Los ingredientes utilizados en su elaboración provienen tanto de la localidad como de pueblos cercanos:
"El chilacayote se compra en Hueyapan, la calabaza se siembra aquí en el pueblo y el higo también se consigue en Hueyapan. El jamoncillo se hace con cacahuates que se siembran aquí en el pueblo", dijo Julio.
Durante los últimos años, la pandemia afectó la producción y venta de dulces en la región. No obstante, este año, gracias al esfuerzo de los productores y al apoyo del gobierno municipal las ventas repuntaron:
"Después de la pandemia, este año nos fue bien, gracias a Dios. Se vendió mucho dulce".
Los productores se enfocan en mantener el proceso artesanal heredado de sus antecesores, elaborando los dulces en cazos de cobre y utilizando leña en lugar de gas para mantener la autenticidad de los sabores:
"Se elaboran los dulces en cazos de cobre con leña, aunque hay quien usa gas, pero el resultado no es igual", aseguró García Bonilla.
A pesar de que Huazulco avanzó en la comercialización de sus dulces, incorporando productos de otros pueblos como la cocada y la jalea de membrillo, los productores de Jantetelco están decididos a competir y a resaltar sus propios productos en el mercado. Aunque no elaboran cacahuates preparados como en Huazulco, sus jamoncillos son muy apreciados en los pueblos vecinos.
Si bien la exportación no es parte de su estrategia actual, algunos productores han logrado vender sus dulces en otras regiones de México, como Amecameca, Chalco y Oaxaca.
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