/ miércoles 4 de julio de 2018

Recibirá el nuevo gobierno un Morelos con pendientes

Deuda y falta de transparencia en el gasto público, problemas estructurales

A una entidad con problemas de deuda pública, en la que muchos sectores se confrontan y donde se visibiliza un deterioro social, se le ha sumado el proceso de reconstrucción incompleto y problemas en materia de transparencia gubernamental. De acuerdo con datos del Consejo Nacional para la Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval) y la organización civil Morelos Rinde Cuentas, éste es el Morelos que recibirá el nuevo Gobierno.

Respecto a las condiciones en las que se realizará la transición entre la administración de Graco Ramírez Garrido y la de Cuauhtémoc Blanco Bravo, el codirector de dicha organización, Roberto Salinas, señaló que hay una entidad lastimada y con muchas carencias en el orden de transparencia, pues afirmó: "Nos parece que hace falta mejorar en el sentido de ser más transparentes, y es que la calificación que tuvo fue muy baja, no obstante los nuevos mecanismos y plataformas para transparentar".


Saldo positivo, pero con simulación

Si se pudiera hacer una revisión de cada una de las áreas y sectores que conforman la administración estatal, se percibiría que el saldo es positivo en prácticamente todo los rubros; sin embargo, en Obras Publicas, supuestamente hay una página donde se difunden todas las obras, pero la simulación es total.

"La información es incompleta, no están los proveedores, la forma en que se adquirió, el costo final de las obras; no hay un proyecto ejecutivo, entre otras anomalías", comentó.

Lo cierto es que hay muchos pendientes en el ámbito del Ejecutivo, agregó, y hubo poca participación con la sociedad civil; el sistema anticorrupción no avanzó, pues se hicieron mal las cosas desde 2015; "se trataron de componer, no se logró, en el caso de la Contraloría, lo señalamos, hay una auditoria con problemas, con conflicto intereses, y ésta debe renovarse desde la sociedad civil, el fiscal anticorrupción debe ser renovado, pero debe ser una persona calificada que sea competente para el cargo y no por afiliación política; junto a esto, la Entidad Superior de Auditoria y Fiscalización (ESAF) no ha funcionado, no ha hecho su trabajo y no ha publicado las auditorias del Gobierno estatal desde 2013, y debe ser renovado con un nuevo auditor", puntualizó.

Otras instancias que deben ser renovadas, aseveró, son el Tribunal de Justicia Administrativa y el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE), además de contar con nuevas reglas para designar a los titulares y ya no desde el punto de vista partidista, sino a través de convocatorias transparentes por medio de las cuales lleguen los mejores ciudadanos para ocupar esos cargos.


Morelos empobrecido

Los datos del Coneval señalan que Morelos es de los tres estados donde más ha crecido la pobreza en los últimos cinco años, junto con Tabasco y Guerrero.

Dicha información indica que en nuestro estado el ingreso laboral per cápita disminuyó anualmente 5.5 por ciento, entre el primer trimestre de 2017 y el primer trimestre de 2018, al pasar de mil 307.89 a mil 235.95; además de haber un aumento de 1.1 por ciento del último trimestre 2017 al primer trimestre 2018. Por lo tanto, el ingreso laboral "per cápita real" en el primer trimestre de 2018 es menor que en el primer trimestre de 2014, y que en el mismo periodo de 2007. Ese mismo concepto, en el primer trimestre de 2018, es menor que en el primer trimestre de 2014 y que en el mismo periodo de 2007.


Frentes abiertos

Por otra parte, los problemas políticos y sociales no están fuera de los pendientes, lo cual, en gran medida, tiene que ver con la manera en que llegó el voto ciudadano, el cual se dio como una reflexión de la población; "los ciudadanos ya vieron que de esa manera pueden cambiar de servidores públicos en la siguiente elección", acotó Roberto Salinas.

En ese sentido, precisó que la votación en avalancha es el resultado de cosas que se dejaron de hacer o se hicieron mal, sobre todo por las confrontaciones que surgieron con la sociedad civil y las reformas unilaterales que se hicieron desde el Congreso. En el ámbito del transporte público está el caso del Morebús; en otro tenor, los intentos por acallar a la iglesia y, en resumen, otros frentes que se abrieron.

Para el investigador, tal situación debe servir de ejemplo para la próxima administración, pues recalcó que está la necesidad de abrir el diálogo con todos, algo que fue una carencia en la actual administración; "que por ser mayoría asuman también la misma actitud de quienes fueron castigados y cometan los mismos errores, sino para cambiar la forma de hacer la política (sic)", añadió.


La carga de la deuda

Desde Morelos Rinde Cuentas, Roberto Salinas puntualizó que se ha tratado de indagar hasta dónde es real el asunto de la deuda en Morelos, pues, aunque se habla de muchas cifras, lo cierto es que nadie tiene información exacta, porque en los datos que el Gobierno estatal presenta a la Secretaría de Hacienda "se puede ver que hay créditos de la administración estatal por mil millones de pesos, pero el saldo que está allí reflejado es de seis mil millones de pesos; en realidad no hay datos exactos, la siguiente administración debe evaluar cuáles son esos saldos que se tienen. Más bien, la desconfianza es por la manera en que fueron autorizados esos créditos, en complicidad con el Congreso", agregó.

Más allá de la especulación, hay informes de la Secretaría de Hacienda federal, en el Registro Público Único de Financiamientos y Obligaciones de Entidades Federativas y Municipios Vigente, de que tres de los créditos contratados por el Gobierno de Morelos, a través de Hacienda estatal, son para refinanciar deuda que adquirió la actual administración y los demás para "inversión pública productiva", refirió.

También se señala que se contrataron tres préstamos, cuyo monto total es de 400 millones de pesos, para cubrir la insuficiencia de liquidez de carácter temporal o "necesidades a corto plazo", y a pagar en este año, con los bancos HSBC y Scotiabank Inverlat.

El empréstito más reciente que registra el Gobierno estatal es por un monto de 484 millones 951 mil 157 pesos, contratado con Banco del Bajío en mayo pasado, que se usó para refinanciar una deuda por 386 millones de pesos con Banca Afirme.

El 9 de marzo se contrató una deuda adicional por 513 millones de pesos con Banobras, también para refinanciar una deuda que se adquirió en 2017 con Interacciones por 527 millones.

En ese mismo mes, la administración estatal contrató dos créditos simples con Banobras, uno por 484 millones y otro por 743 millones 924 mil 992 pesos, con el argumento de refinanciarse la deuda con la misma institución; el primero es a pagar en 2037 y el segundo en 2032.

Un hecho que resalta es que el actual Gobierno, en diciembre pasado, adquirió con Banco BANSI un crédito en cuenta corriente por 13 millones de pesos, el cual fue reportado por el Gobierno hasta marzo de este año; tal recurso es, también, para refinanciamiento de deuda. En cuanto a éste, el argumento fue que serviría para generar inversión pública, el cual sería para pagar hasta 2038; también, el Gobierno adquirió otra deuda por más de mil 71 millones de pesos, que registró en este año.

En febrero, la Secretaría de Hacienda estatal reportó un empréstito que adquirió en diciembre por 369 millones de pesos con el Banco Bajío, el que se pagaría en 2036, y sirvió para inversión pública productiva; por el mismo concepto, pero por un monto de 482 millones de pesos, en marzo, el Gobierno registró otra deuda.

Por si fuera poco, hay registro de dos créditos más que reportó la administración actual, por 58 millones y 838 millones de pesos, con BANSI y MULTIVA, respectivamente.

Los créditos se contrataron con la autorización del Congreso local, debido a las modificaciones que se hicieron desde diciembre de 2016 a la Ley hacendaria estatal, ya que sólo se necesita enviar el informe y no debatir los asuntos.

La recomendación ahora, para la próxima administración, comentó Roberto Salinas, es que el Gobierno de Cuauhtémoc Blanco ya no se endeude más, porque llegaría al límite del cumplimiento.


Un buen escenario

El investigador no dudó que al ser la administración estatal de un mismo partido con el Gobierno federal haya oportunidad de saldar algunas deficiencias y, por lo tanto, podría llegar un mejor destino para Morelos.

Recordó que el presupuesto del Gobierno estatal, en los últimos años, fue de 30 mil millones de pesos, por lo que se espera que sea un poco más con la nueva administración, en donde la clave será el buen uso de los recursos y que la principal exigencia sea la transparencia.

De acuerdo con el especialista, lo único que mejoró con Graco Ramírez, a diferencia del Gobierno de Marco Adame, es el incremento del presupuesto, pero, en contraste, hubo mayor opacidad en el uso del dinero, pues no había planeación ni información, pero, eso sí, siempre estuvo la complicidad con el Congreso. Ejemplo de lo anterior son el estadio "Coruco" Díaz, el edificio legislativo y la remodelación de Plaza de Armas.


Con muchas deudas

Sobre la deuda, José Manuel Sáenz, enlace del próximo gobernador, refirió que desconoce la cifra exacta, pero, de acuerdo con los expertos en la materia, se considera una sola idea: "Se maneja entre 11 o 15 mil millones de pesos de deuda, de los cuales hay como cuatro mil 800 millones a corto plazo, que se vencen ahora en septiembre, y en ese corto plazo digamos que hay como mil 200 millones en créditos bancarios, eso es lo que nos han informado los asesores financieros, pero no sabemos si es real, eso lo sabremos en la entrega recepción, y habrá que ver los pasivos y en qué condiciones se deja al estado".


Pendientes, pero no fantasmas

En este sentido, el secretario de Gobierno, Ángel Colín, declaró que no hay temor de que se revise todo y que la nueva administración audite el área que desee; "no tenemos ningún temor, entendemos que es parte del proceso y de quien llega a conocer los estados que guarda el Gobierno. No tenemos miedo, tenemos toda la apertura", precisó.

Finalmente, dijo que Graco Ramírez sí dejará obras pendientes, pero no obras fantasmas, una de ellas es la reconstrucción de la Facultad de Arquitectura de la UAEM, sobre todo por el tamaño de la obra y su dimensión. Ese es un proyecto "que en materia educativa estamos considerando no terminar, todas las demás sí serán entregadas sin problema", concluyó.

A una entidad con problemas de deuda pública, en la que muchos sectores se confrontan y donde se visibiliza un deterioro social, se le ha sumado el proceso de reconstrucción incompleto y problemas en materia de transparencia gubernamental. De acuerdo con datos del Consejo Nacional para la Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval) y la organización civil Morelos Rinde Cuentas, éste es el Morelos que recibirá el nuevo Gobierno.

Respecto a las condiciones en las que se realizará la transición entre la administración de Graco Ramírez Garrido y la de Cuauhtémoc Blanco Bravo, el codirector de dicha organización, Roberto Salinas, señaló que hay una entidad lastimada y con muchas carencias en el orden de transparencia, pues afirmó: "Nos parece que hace falta mejorar en el sentido de ser más transparentes, y es que la calificación que tuvo fue muy baja, no obstante los nuevos mecanismos y plataformas para transparentar".


Saldo positivo, pero con simulación

Si se pudiera hacer una revisión de cada una de las áreas y sectores que conforman la administración estatal, se percibiría que el saldo es positivo en prácticamente todo los rubros; sin embargo, en Obras Publicas, supuestamente hay una página donde se difunden todas las obras, pero la simulación es total.

"La información es incompleta, no están los proveedores, la forma en que se adquirió, el costo final de las obras; no hay un proyecto ejecutivo, entre otras anomalías", comentó.

Lo cierto es que hay muchos pendientes en el ámbito del Ejecutivo, agregó, y hubo poca participación con la sociedad civil; el sistema anticorrupción no avanzó, pues se hicieron mal las cosas desde 2015; "se trataron de componer, no se logró, en el caso de la Contraloría, lo señalamos, hay una auditoria con problemas, con conflicto intereses, y ésta debe renovarse desde la sociedad civil, el fiscal anticorrupción debe ser renovado, pero debe ser una persona calificada que sea competente para el cargo y no por afiliación política; junto a esto, la Entidad Superior de Auditoria y Fiscalización (ESAF) no ha funcionado, no ha hecho su trabajo y no ha publicado las auditorias del Gobierno estatal desde 2013, y debe ser renovado con un nuevo auditor", puntualizó.

Otras instancias que deben ser renovadas, aseveró, son el Tribunal de Justicia Administrativa y el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE), además de contar con nuevas reglas para designar a los titulares y ya no desde el punto de vista partidista, sino a través de convocatorias transparentes por medio de las cuales lleguen los mejores ciudadanos para ocupar esos cargos.


Morelos empobrecido

Los datos del Coneval señalan que Morelos es de los tres estados donde más ha crecido la pobreza en los últimos cinco años, junto con Tabasco y Guerrero.

Dicha información indica que en nuestro estado el ingreso laboral per cápita disminuyó anualmente 5.5 por ciento, entre el primer trimestre de 2017 y el primer trimestre de 2018, al pasar de mil 307.89 a mil 235.95; además de haber un aumento de 1.1 por ciento del último trimestre 2017 al primer trimestre 2018. Por lo tanto, el ingreso laboral "per cápita real" en el primer trimestre de 2018 es menor que en el primer trimestre de 2014, y que en el mismo periodo de 2007. Ese mismo concepto, en el primer trimestre de 2018, es menor que en el primer trimestre de 2014 y que en el mismo periodo de 2007.


Frentes abiertos

Por otra parte, los problemas políticos y sociales no están fuera de los pendientes, lo cual, en gran medida, tiene que ver con la manera en que llegó el voto ciudadano, el cual se dio como una reflexión de la población; "los ciudadanos ya vieron que de esa manera pueden cambiar de servidores públicos en la siguiente elección", acotó Roberto Salinas.

En ese sentido, precisó que la votación en avalancha es el resultado de cosas que se dejaron de hacer o se hicieron mal, sobre todo por las confrontaciones que surgieron con la sociedad civil y las reformas unilaterales que se hicieron desde el Congreso. En el ámbito del transporte público está el caso del Morebús; en otro tenor, los intentos por acallar a la iglesia y, en resumen, otros frentes que se abrieron.

Para el investigador, tal situación debe servir de ejemplo para la próxima administración, pues recalcó que está la necesidad de abrir el diálogo con todos, algo que fue una carencia en la actual administración; "que por ser mayoría asuman también la misma actitud de quienes fueron castigados y cometan los mismos errores, sino para cambiar la forma de hacer la política (sic)", añadió.


La carga de la deuda

Desde Morelos Rinde Cuentas, Roberto Salinas puntualizó que se ha tratado de indagar hasta dónde es real el asunto de la deuda en Morelos, pues, aunque se habla de muchas cifras, lo cierto es que nadie tiene información exacta, porque en los datos que el Gobierno estatal presenta a la Secretaría de Hacienda "se puede ver que hay créditos de la administración estatal por mil millones de pesos, pero el saldo que está allí reflejado es de seis mil millones de pesos; en realidad no hay datos exactos, la siguiente administración debe evaluar cuáles son esos saldos que se tienen. Más bien, la desconfianza es por la manera en que fueron autorizados esos créditos, en complicidad con el Congreso", agregó.

Más allá de la especulación, hay informes de la Secretaría de Hacienda federal, en el Registro Público Único de Financiamientos y Obligaciones de Entidades Federativas y Municipios Vigente, de que tres de los créditos contratados por el Gobierno de Morelos, a través de Hacienda estatal, son para refinanciar deuda que adquirió la actual administración y los demás para "inversión pública productiva", refirió.

También se señala que se contrataron tres préstamos, cuyo monto total es de 400 millones de pesos, para cubrir la insuficiencia de liquidez de carácter temporal o "necesidades a corto plazo", y a pagar en este año, con los bancos HSBC y Scotiabank Inverlat.

El empréstito más reciente que registra el Gobierno estatal es por un monto de 484 millones 951 mil 157 pesos, contratado con Banco del Bajío en mayo pasado, que se usó para refinanciar una deuda por 386 millones de pesos con Banca Afirme.

El 9 de marzo se contrató una deuda adicional por 513 millones de pesos con Banobras, también para refinanciar una deuda que se adquirió en 2017 con Interacciones por 527 millones.

En ese mismo mes, la administración estatal contrató dos créditos simples con Banobras, uno por 484 millones y otro por 743 millones 924 mil 992 pesos, con el argumento de refinanciarse la deuda con la misma institución; el primero es a pagar en 2037 y el segundo en 2032.

Un hecho que resalta es que el actual Gobierno, en diciembre pasado, adquirió con Banco BANSI un crédito en cuenta corriente por 13 millones de pesos, el cual fue reportado por el Gobierno hasta marzo de este año; tal recurso es, también, para refinanciamiento de deuda. En cuanto a éste, el argumento fue que serviría para generar inversión pública, el cual sería para pagar hasta 2038; también, el Gobierno adquirió otra deuda por más de mil 71 millones de pesos, que registró en este año.

En febrero, la Secretaría de Hacienda estatal reportó un empréstito que adquirió en diciembre por 369 millones de pesos con el Banco Bajío, el que se pagaría en 2036, y sirvió para inversión pública productiva; por el mismo concepto, pero por un monto de 482 millones de pesos, en marzo, el Gobierno registró otra deuda.

Por si fuera poco, hay registro de dos créditos más que reportó la administración actual, por 58 millones y 838 millones de pesos, con BANSI y MULTIVA, respectivamente.

Los créditos se contrataron con la autorización del Congreso local, debido a las modificaciones que se hicieron desde diciembre de 2016 a la Ley hacendaria estatal, ya que sólo se necesita enviar el informe y no debatir los asuntos.

La recomendación ahora, para la próxima administración, comentó Roberto Salinas, es que el Gobierno de Cuauhtémoc Blanco ya no se endeude más, porque llegaría al límite del cumplimiento.


Un buen escenario

El investigador no dudó que al ser la administración estatal de un mismo partido con el Gobierno federal haya oportunidad de saldar algunas deficiencias y, por lo tanto, podría llegar un mejor destino para Morelos.

Recordó que el presupuesto del Gobierno estatal, en los últimos años, fue de 30 mil millones de pesos, por lo que se espera que sea un poco más con la nueva administración, en donde la clave será el buen uso de los recursos y que la principal exigencia sea la transparencia.

De acuerdo con el especialista, lo único que mejoró con Graco Ramírez, a diferencia del Gobierno de Marco Adame, es el incremento del presupuesto, pero, en contraste, hubo mayor opacidad en el uso del dinero, pues no había planeación ni información, pero, eso sí, siempre estuvo la complicidad con el Congreso. Ejemplo de lo anterior son el estadio "Coruco" Díaz, el edificio legislativo y la remodelación de Plaza de Armas.


Con muchas deudas

Sobre la deuda, José Manuel Sáenz, enlace del próximo gobernador, refirió que desconoce la cifra exacta, pero, de acuerdo con los expertos en la materia, se considera una sola idea: "Se maneja entre 11 o 15 mil millones de pesos de deuda, de los cuales hay como cuatro mil 800 millones a corto plazo, que se vencen ahora en septiembre, y en ese corto plazo digamos que hay como mil 200 millones en créditos bancarios, eso es lo que nos han informado los asesores financieros, pero no sabemos si es real, eso lo sabremos en la entrega recepción, y habrá que ver los pasivos y en qué condiciones se deja al estado".


Pendientes, pero no fantasmas

En este sentido, el secretario de Gobierno, Ángel Colín, declaró que no hay temor de que se revise todo y que la nueva administración audite el área que desee; "no tenemos ningún temor, entendemos que es parte del proceso y de quien llega a conocer los estados que guarda el Gobierno. No tenemos miedo, tenemos toda la apertura", precisó.

Finalmente, dijo que Graco Ramírez sí dejará obras pendientes, pero no obras fantasmas, una de ellas es la reconstrucción de la Facultad de Arquitectura de la UAEM, sobre todo por el tamaño de la obra y su dimensión. Ese es un proyecto "que en materia educativa estamos considerando no terminar, todas las demás sí serán entregadas sin problema", concluyó.

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