Violencia intrafamiliar y desequilibrios laborales propiciados por la pandemia requieren de atención profesional, por lo que empresas e instituciones deben gestionar y desarrollar el capital psicológico de la población que incluye factores de resiliencia, optimismo y autoeficacia.
Así lo aseguró Norma Betanzos Díaz, directora de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), quien participó como invitada en la sesión de este jueves del Comité Municipal de Contingencia Covid-19 (CMCC-19) con el tema de la nueva normalidad en las relaciones familiares y de trabajo, a partir del confinamiento y la sana distancia para evitar la propagación del Covid-19.
Explicó que esa “nueva realidad” implica redescubrir nuevos roles para los papeles de padres, madres e hijos/hijas y tener la capacidad de intercambiarlos; tomar conciencia de alternancias físicas y psicológicas en los quehaceres del hogar y la necesidad de realizar labores profesionales o de oficios en casa, lo que implica compartir las responsabilidades y aumento de la presencia en el hogar, todo lo cual es factor de potenciales conflictos.
La también doctora en Psicología Organizacional y Maestra en Administración de Organizaciones dijo que, ante toda la serie de cambios descritos, la solución sugerida es enseñar y capacitar a la gente en el manejo de la irritación y la frustración, así como el adaptarse a la adversidad -es decir, desarrollar resiliencia- a fin de mejorar la integración y comunicación familiar, así como gestionar equitativamente el cuidado de menores y personas de la tercera edad.
Betanzos Díaz agregó que los primeros saldos de la crisis financiera de la pandemia, sobre todo si continúa el semáforo naranja o se vuelve al rojo de la alerta epidemiológica, implica aumento de subempleo y desempleo, incremento de la pobreza, presiones laborales, exigencia de estándares altos de productividad, incertidumbre y exceso de estrés postraumático.
En este último aspecto, la especialista organizacional reconoció al gobierno municipal de Antonio Villalobos, por la formación y seguimiento del Comité de Contingencia y la participación de académicos y científicos para abordar temas útiles a la población y que el Ayuntamiento de Cuernavaca ha difundido entre la población.
Explicó que es vital ubicar y abatir las desventajas del trabajo en casa, como la intromisión en los tiempos de descanso que alargan las jornadas laborales entre un 10 y 20 por ciento, lo que provoca cefaleas, problemas estomacales y de visión, cansancio general, dolor muscular, insomnio y altos niveles de irritabilidad, todos los cuales se presentan por igual en hombres y mujeres.
“La pandemia motivó ya profundos cambios en las relaciones familiares, laborales y sociales que exigen a las personas adaptarse a las nuevas circunstancias”, explicó la directora de la Facultad de Psicología y puntualizó que “ante tales cambios, es necesario que individuos, instituciones y empresas trabajen en afrontar los nuevos retos resiliencia, es decir, la capacidad de adaptarse a la adversidad y fomentar el optimismo y la autoeficacia.”