El presidente municipal de Ayala, Isaac Pimentel Mejía, reconoció que en las comunidades indígenas de esta localidad, ubicada en la región oriente del estado, los niños son forzados a trabajar en el campo. Sin embargo, dijo que dicho problema es ocasionado por los propios padres de familia, quienes toman la decisión de llevárselos a los cultivos, a sus jornadas de trabajo.
De acuerdo con el presidente municipal, en Ayala existen 12 comunidades indígenas, habitadas por trabajadores que no viven en el municipio de forma permanente, sino que se desplazan entre varios estados, y sólo permanecen en sus comunidades cuando es tiempo de siembra y cosecha.
Son niños jornaleros, sus papás son gente que llega a radicar ciertos meses, no están de planta, llegan y son cortadores de élite, elote, calabaza
Dijo que en Ayala se han llevado a cabo actividades que buscar mejorar la calidad de vida de esas personas. Este 2019, detalló, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) planea llevar a cabo varias obras en esas localidades. A nivel estatal, según agregó el edil, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) prevé visitar las comunidades indígenas en las próximas fechas, como parte de un recorrido que busca detectar deficiencias en el tema de vivienda.