Se relajan las medidas sanitarias contra la pandemia en el tianguis dominical de Xoxocotla, que se instala sobre la carretera Alpuyeca-Jojutla, más del 50 por ciento de los visitantes y tianguistas sin cubre bocas.
En la víspera de que el estado de Morelos pase a Semáforo Verde por la pandemia del Covid-19, que el año pasado durante más de un año provocó la suspensión de varias actividades no esenciales, entre ellas las actividades de varios tianguistas, aunque la gran mayoría reanudo actividades al ponerse en marcha el semáforo amarillo.
Desde la salida de Xoxocotla que colinda con Alpuyeca, hasta después de la bifurcación a San José Vista Hermosa, se instalaron los tianguistas, ofreciendo una gran variedad de productos, desde frutas, verduras, abarrotes, semillas, ropa nueva y de segunda, muebles, electrodomésticos, herramientas, televisores, camas, fierros, llantas y refacciones, comida, frituras y jabón detergentes, entre muchas otras cosas e incluso animales.
Entre tianguistas y visitantes, en varios puntos se aglutinó la gente y se apreciaba a una gran cantidad de personas sin cubre bocas, familias completas sin la mínima precaución o temor de la pandemia, ya no se instalaron filtros sanitarios y salvo las unidades de Seguridad Publica con elementos al pendiente de cualquier disturbio o problema la gente podía transitar libremente de un extremo a otro de la cinta asfáltica con el mínimo de precaución.
De los cuatro carriles de la carretera federal, un gran tramo fue invadido por vehículos camionetas y moto taxistas, se repite el mismo problema de vialidad que había cada domingo antes de la pandemia. Y la gente responde molesta cuando los cuestionan por la falta del uso de cubre bocas, “cuídese usted” aquí ya no hay pandemia le dijeron a una comerciante que pidió a un señor que usara su cubre bocas.
El nuevo municipio indígena de Xoxocotla, no es solo sede del tianguis más grande del estado de Morelos, es uno de los municipios donde el comercio es la actividad económica predominante, cientos de sus mujeres salen todos los días a los mercados de los municipios vecinos a revender la fruta de temporada que les venden por cubetas, o las que elaboran tortillas, tacos de canasta, o las pesadas ollas de mole y tamales, pero en este tianguis la mayor cantidad de vendedores son de fuera.
Pero para las autoridades locales como para los vecinos, mucha gente se beneficia en la venta de alimentos, aguas frescas, bebidas, los estacionamientos y la reventa de muchos productos que consiguen a bajo precio y pueden revender.
De los tianguistas advierten que la mayoría ya sabe dónde está su lugar, no todos acuden cada domingo hay quienes solo van dos o una vez al mes, hay quienes hacen su “agosto” rentando espacios en las laterales de esta vía, algunos rentan incluso sillas, otros se han vuelto expertos en poner las lonas y cobran por ayudar a tender o levantar.
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