El jefe de la oficina de la gubernatura, José Manuel Sanz Rivera, negó una intromisión del Ejecutivo estatal en las decisiones de los diputados y mucho menos en las decisiones Legislativo. Aseveró que desconoce de donde salió el auto llamado G-8 que exigió respeto, porque el mandatario estatal Cuauhtémoc Blanco es el primero en ponderar la autonomía de los poderes.
En la víspera, un grupo de legisladores de todos los partidos políticos, habrían convocado al ejecutivo morelense a no meterse en los asuntos que competen al Legislativo, incluso anticipaban que no aceptarían propuestas para nombramientos en las áreas del congreso.
Por ello, Sanz Rivera observó que por el contrario, el mandatario estatal y el gabinete se han mantenido fuera de lo que lleva a cabo el Legislativo "siempre hemos sido respetuosos, lógicamente siempre lo hemos dicho desde la campaña y lo hacemos ahora de la separación de poderes, pero no hay mayor problema".
El jefe de la oficina de la gubernatura acompañó al mandatario estatal en la gira por Cuautla, y esta vez mantuvo un perfil discreto y sólo estuvo en la mesa como testigo.
Pero sí aceptó comentar que las expresiones de los integrantes de la LIV legislatura resultan extrañas porque la Ley es muy clara en el sentido de delimitar responsabilidades y mientras exista la separación de poderes, no es necesario hacer llamado de ninguna clase, "no creo oportuno hacer un llamado, la separación de poderes existe y está claramente señalada".
Por eso, señaló el ejecutivo encabezado por Blanco Bravo seguirá en esa misma línea del respeto como hasta hoy, y mientras los diputados hagan en la cuestión legislativa lo que tienen que hacer no hay ninguna razón de polémica. Sugirió que se concentren en ayudar a Morelos que es lo más importante".
-¿Decían los diputados que se quería imponer a la hermana de la secretaría de administración Mirna Zavala en un cargo en el Congreso?.
No, aquí no hay ninguna imposición de ningún tipo, no hay absolutamente nada