La edificación en piedra de la Ex Hacienda Los Hornos, la cual albergó durante 20 años al Colegio de Bachilleres, quedó severamente dañada durante el sismo del 19S, por lo que es probable que no vuelva a ser sede de la institución educativa, advirtieron los vecinos.
La comunidad de Valle de Vázquez, también conocida como Los Hornos, se encuentra en Tlaquiltenango, es vestigio de la hacienda que albergó al Colegio de Bachilleres, sobre el cual se había señalado su deterioro y el peligro que representaba para la población escolar.
Ese histórico edificio, hace más de 200 años, fue una gran tienda, donde los ‘vaqueros’ de esa época que tenían solvencia económica adquirían lo mejor en abarrotes telas y cosas para el hogar
Lorenzo Vázquez, brazo derecho del general Emiliano Zapata, cubrió desde este punto, en 1912, la parte central del estado. Sin embargo, la historia dice que el 5 de mayo de 1917, a consecuencia de un levantamiento de objetivos confusos, fue apresado y llevado a la horca en Buenavista de Cuéllar, acusado de traición al General Emiliano Zapata. Cuando terminó la Revolución, el inmueble regresó nuevamente a ser hacienda y, con el paso del tiempo, la comunidad decidió hace 20 años que albergara al Colegio de Bachilleres.
Hoy en día, se encuentra seriamente dañado por el pasado terremoto del 19S. Ahí, un maestro refirió: “Con la llegada de este plantel, empezaron a debilitar la construcción debido a los muros, baños, centro de cómputo, aulas, dirección y la cancha de usos múltiples”.
Había señales de alerta hace como seis años. Protección Civil del Estado pidió que se evacuara, porque el inmueble se encontraba debilitado, pero cómo no había un lugar a dónde irse y la comunidad no nos donaba un terreno, no pudimos salirnos. Hoy ocupamos la cancha de fútbol
De este inmueble han egresado 17 generaciones, además de la fuente de empleos de las personas de este lugar. La población estudiantil, que sólo podía estudiar la secundaria, encontró en este recinto un lugar para crecer. “Hoy vemos que muchos son profesionistas, ingenieros, médicos, docentes, técnicos, paramédicos y la verdad les cambió la vida”, agregó.
Para rescatar este edificio histórico, es necesario liberar de todos aquellos elementos agregados que han alterado la arquitectura y estructura del edificio, pero se requerirá de muchos recursos para dar mantenimiento a cada uno de los muros, pisos y cubiertas.