Tras la detención del cura Francisco "N", en la Ciudad de México, presunto asesino del joven seminarista Leonardo Avendaño, quien fue encontrado sin vida, con signos de tortura y asfixia en su camioneta luego de haber sido secuestrado, el vicario de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, sostuvo que la justicia no está más allá de los sacerdotes; deben tener en cuenta que no están excentos de la justicia, advirtiendo que si son culpables de cualquier tipo de delito, deben enfrentar todo el peso de la ley.

Afirmó que este hecho daña la figura sacerdotal a nivel nacional e internacional, ya que un sacerdote nunca es alguien que se represente a sí mismo, representa el cúmulo de sacerdotes y a la Iglesia Católica.

Si nosotros los sacerdotes estamos inmiscuidos en cualquier delito que tenga ser sancionado, denunciado y esclarecido, tenemos que enfrentarlo, son las palabras del Papa Francisco, en casos muy particulares, pero se puede tomar análogamente en cualquiera de los casos donde se exija justicia, acentuó.

En este sentido, puntualizó la iglesia debe aceptar, si esto es verdad, en primer lugar la denuncia y la justicia con relación al sacerdote, ya que en estos momentos, la iglesia universal en todos los casos donde estén inmiscuidos los párrocos, el Papa ha sido muy claro en relación a no encubrir ni esconder, sino, más bien, hacer justicia.