Vecinos de Loma Linda, en Cuernavaca, llevan más de una semana sin agua en sus casas y, cansados de esperar una respuesta del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), decidieron organizar una protesta y bloquear los accesos de la carretera federal México-Cuernavaca.
Sin embargo, la protesta ya no se realizó debido a intervención del alcalde José Luis Urióstegui Salgado, quien prometió que el servicio regresará en las próximas horas.
Los vecinos dijeron que confían en que el alcalde cumplirá su promesa; no obstante, advirtieron que, si para la tarde del 22 de octubre el servicio no se restablece, cerrarán la carretera el miércoles 23.
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“Nosotros nos comprometemos a no bloquear; él, a darnos el servicio. Nos dijo que iban a atender una fuga de agua por acá en la barranquilla que pasa. Esperemos que sí”.
Diego Torres, vocero de la asociación civil Colonias Unidas, reprochó que ante la falta del servicio, SAPAC no brindó ninguna solución en los días previos.
“El personal, en vez de decirnos que desconocía el motivo o que iban a averiguar, lo que hicieron fue retarnos y nos dijeron que bloqueáramos, que hiciéramos lo que tuviéramos que hacer”.
Más de cinco mil personas afectadas
El problema no solo afecta a Loma Linda, sino también a las colonias Lomas de Ahuatlán, Buenavista y Santa María Ahuacatitlán, donde el suministro de agua se había interrumpido en semanas anteriores y en diferentes momentos. En total, son más de 5 mil personas las que se quedaron sin agua de manera aleatoria.
Gabriela de la Cruz, una de las vecinas, denunció que ni siquiera les han mandado pipas para apoyarlos y que, cuando las envían, los trabajadores no siempre están dispuestos a hacer su trabajo.
“Los señores se ponen sus moños y nos dicen que no traen manguera, que no traen bomba, y pues parece que no quieren hacer su trabajo. El llamado de atención también es a la autoridad para que tengan el equipo necesario”.
La vecina señaló que, en otras ocasiones, aunque mandan pipas, los afectados no pueden usar el agua porque los trabajadores no cuentan con las herramientas necesarias para transportarla a tinacos o cisternas.