Integrantes de la Sexta Brigada Nacional de Búsqueda lograron la ubicación de restos humanos en el interior de la barranca ubicada en el libramiento Yecapixtla-Ocuituco, donde en julio pasado se registró el hallazgo de un tambo que en su interior tenía restos óseos.
Durante los trabajos de campo en el Río Cuautla, a la altura del municipio de Yecapixtla, se hallaron restos humanos de una persona, por lo que se dio parte a las autoridades de la Fiscalía General del Estado para realizar el levantamiento del cuerpo.
También se llevaron a cabo diferentes acciones en la región oriente de Morelos. En Yautepec acudieron los encargados del eje de sensibilización, en Yecapixtla trabajó el eje de búsqueda de campo, mientras que en los penales estatales estuvieron los integrantes del eje de búsqueda en vida.
Desde las 7 horas, en Yautepec los brigadistas sostuvieron un encuentro con elementos policíacos, a quienes les hablaron de la importancia de la atención sobre las desapariciones de personas. Más tarde se reunieron con personal administrativo y se realizó un diálogo público con las autoridades municipales.
El eje de búsqueda en vida, conformado por 30 integrantes de la brigada, entraron la mañana de ayer al penal de Atlacholoaya, tanto a la zona varonil, como femenil, para mostrar a los internos los rostros y nombres de sus desaparecidos con el fin de obtener alguna información.
Llegaron alrededor de las 9:30 horas y después se fueron formando para entrar al Centro de Readaptación Social (Cereso), esperando encontrar más participación de los internos y menos intimidación de los custodios como lo vivieron en la cárcel distrital de Jojutla y Cuautla.
Eunice Pelcastre Badillo, madre del joven Guillermo David Ramírez Pelcastre, quien desapareció el 22 de septiembre de 2017 en Ecatepec, Estado de México, afirmó que en el arranque de esta actividad que tuvo lugar en la penitenciaria de la zona sur, sólo participaron 130 de un total de 500 internos.
“No hubo participación de los internos porque fueron intimidados porque no los dejaban ni siquiera mirar las fotos, tuvimos que pedirles a los custodios que se retiraran porque aparte llevaban armas y nosotros no venimos a buscar culpables, sino quien nos muestre y nos diga de alguna fosa clandestina”, mencionó Eunice. En esa jornada salieron tristes y molestos ya que en otros penales que ella misma ha visitado las cosas son diferentes.
“Hemos estado en penales donde hay más de dos o tres mil reos y hemos podido dialogar, nos hemos sentido acogidos y protegidos por la gente de adentro, pero aquí si nos vamos muy tristes porque no pudimos tener ningún acercamiento con los reos”.
En Cuautla hubo más flexibilidad, pero no hubo tanta participación e incluso algunos denunciaron que el representante de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) Morelos, asignado a esa zona, estaba más preocupado por los custodios que por las víctimas.
En la búsqueda de este jueves, los integrantes de la BNB entraron al penal varonil de Atlacholoaya que es el más grande de Morelos y de inmediato se siguieron al femenil.
Hasta las 17:00 horas continuaban trabajando al interior de este Cereso con el objetivo de encontrar respuestas a todas sus interrogantes. Se espera que durante los siguientes días visiten otras cárceles para seguir intentando conseguir información relacionada a cada uno de sus casos.
Con información de Javier Omaña