Cuando un niño, niña o adolescente presenta cambios en sus hábitos, a veces como padres solo pensamos que se trata de una crisis por su edad o que algo los habrá puesto de mal humor. Pero podría ser algo más complicado.
Hace falta prestar atención a lo que hacen nuestros hijos y analizar qué tipo de conductas normalizamos al no indagar qué sucede en su vida cotidiana dentro del colegio, con sus amistades o en actividades extraescolares.
Si observamos a detalle, los comportamientos que se modifican repentinamente no son tan superficiales como aparentan.
La cinta mexicana “Se busca papá”, que acaba de salir en Netflix, ejemplifica sin así quererlo —con cierta ingenuidad en su trama— lo que no debemos dejar pasar en caso que algún joven se relacione con alguien desconocido.
Reconocemos la preocupación que genera el cuidado a la niñez y juventud en México. Por ello, es importante que señalemos cuáles son los indicios que nos pueden ayudar como padres, maestros o tutores a identificar signos de ultraje.
Si te percatas de que de un momento a otro tu hijo cambia su comportamiento, sus hábitos al comer o dormir se ven alterados, presenta dolor de cuerpo/genitales e incluso moja la cama, te sugiero estar alerta porque son señales de alerta en casos de abuso sexual en menores.
Si a tus peques les entusiasmaba ir a la escuela o a sus clases de algún hobbie y de un día a otro pierden interés o expresan temor por hacerlo, no es simplemente que ya no les gustó. Algo más grave podría estar pasando.
Si no sabes cómo interpretar los cambios repentinos en un menor o si requieres apoyo psicológico y jurídico por alguna señal de abuso, en el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México te apoyamos 24/7 y gratis. Llámanos a la Línea de Seguridad o escribe al Chat de Confianza, 55 5533 5533. ¡No están solos!
¡ALERTA!
En los reportes de abuso sexual que recibimos en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México:
· 30 por ciento de las víctimas tienen entre 7 y 15 años.
· 15 por ciento de los abusadores son en primer lugar desconocidos.
· 14 por ciento de los abusadores son tíos de las víctimas.
· 11 por ciento de quien comete el abuso es alguno de los padres.
Con la colaboración de Salvador Guerrero Chiprés