La vida de Serafín Mojica cambió hace 37 años cuando, en sexto de primaria, recibió un disparo de uno de sus compañeros mientras ensayaban una obra de teatro.
“La maestra pidió que lleváramos armas de fuego de utilería para una obra, pero mi compañero llevó una real con tiros”, narro Serafín.
Durante el ensayo ocurrió el accidente que provocó que perdiera la movilidad de sus extremidades inferiores, cambiando su vida por completo.
Durante 37 años Efraín vivió encerrado. Las limitaciones que tenía al usar una silla de ruedas provocó que no tuviera ganas de seguir con su vida, pero en 2023 Serafín por fin logró salir del encierro en el que vivía.
Hace dos meses que Serafín salió a la calle y comenzó a vivir; dejó atrás sus miedos para hacer cambios positivos en su vida que le permitieran ser feliz.
“Ahora la vida me ha vuelto a cambiar, tenía muchos años que no salía más que a un cumpleaños”.
Serafín creía que por su discapacidad no podía tener amigos ni pasear; sin embargo, encontró a un grupo de personas que usan sillas de ruedas en Jiutepec que le ayudó a salir al mundo.
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Con poco ánimo inició su propio camino; actualmente por lo menos una vez a la semana sale a “rodar” con sus compañeros y nuevos amigos.
Reconoce que es un proceso muy difícil, primero aceptar que perdió su movilidad, y después, que existe una vida más allá de una silla de ruedas.
Su niñez y adolescencia fueron difíciles, tanto en Guerrero como en Morelos, pero estos últimos meses encontró la fuerza y ánimos para convivir con otras personas, sonreír y tener motivos para seguir adelante.
“Ahora mi familia está más preocupada que antes, creo, porque ya salgo mucho a la calle”, agregó el señor Mojica entre risas.
Explicó que hoy más que nunca abraza aquel accidente, y retoma sus actividades, gustos y metas que mantuvo en pausa durante 37 años.
Conmovido por lo que el 2023 le dejó, pide a la gente que está en una situación complicada o parecida a la de él que se deje acompañar por la familia y personas que entienden su dolor, “entendí que nunca es demasiado tarde para empezar una nueva vida”, dijo.
Los nuevos compañeros de Serafín le enseñaron a ser independiente y a usar su silla de ruedas como un medio de transporte que lo lleve hasta donde él lo desee.
Ha aprendido a hacer ejercicios que le den más fuerza a sus brazos, pero lo más importante, según sus propias palabras, es la confianza en sí mismo para ser un adulto funcional y feliz; el 2023 fue el año de su vida, aseguró.