El gobierno de Cuernavaca sigue en el proceso de análisis y revisión de la administración pública municipal; hasta el momento las denuncias están en espera.
El alcalde José Luis Urióstegui Salgado aseguró que si bien desde hace un mes tomó las riendas del Ayuntamiento, no pretende tomar plazos perentorios, ya que la ley establece que tienen 45 días para revisar pero no para denunciar.
Aclaró que cada irregularidad mantiene sus propios plazos, como ejemplo en faltas no graves en materia administrativa son tres años para que prescriba, por lo cual aún tienen tiempo.
"Sí estamos revisando y oportunamente les haremos saber cuáles son las irregularidades y qué acciones vamos a emprender, pero todavía no es tiempo".
A pregunta expresa sobre las posibles anomalías que han encontrado hasta el momento, el munícipe se abstuvo de entrar en detalles, al señalar que sería anticiparles a los servidores públicos qué acciones van a tomar.
Previamente, aseguró que todos los que participaron en la administración anterior si de su actuación surgen elementos de responsabilidad tendrían que ser investigados, sin excepciones, aunque refirió que para evitar que las denuncias no avancen se requiere que la misma no se haga solo señalando suposiciones, sino que cuente con los elementos técnicos, jurídicos y materiales para acreditar quien es probable responsable de conductas ilícitas.
Entre las irregularidades financieras que se han dado a conocer por la actual administración de Cuernavaca se encuentra el uso de los recursos obtenidos por el pago anticipado de servicios municipales 2022, por aproximadamente 22 millones de pesos para liquidar el adeudo correspondiente al mes de noviembre por el servicio de recolección de basura, decisión que fue tomada por el Cabildo 2019-2021 y ejecutada por el extesorero municipal.
Asimismo, el colapso financiero del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca que enfrenta un adeudo por 1 mil millones de pesos, entre ellos solo 300 millones de pesos forman parte de la deuda histórica con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), esta situación ha traído consigo que hoy ciertas zonas de la capital del estado comiencen a padecer la falta del vital líquido, ya que la empresa paraestatal ha cortado el servicio de energía eléctrica en los pozos de abastecimiento de agua potable.
En este sentido, la escasez de agua potable ha comenzado a escalar a tal grado que la propia Diócesis de Cuernavaca no se ha salvado.
El vicario general de la iglesia católica, Tomás Toral Nájera, informó que las iglesias del centro de la ciudad han sido las más afectadas, sin descartar que tengan que comprar pipas para dar el servicio adecuadamente.
“Sí es una crisis que estamos viviendo, ya se decía acerca de este problema, de esta nueva administración que iba a poner manos a la obra. Sabemos que es un problema añejo y algo que va más allá de una buena intención y yo creo que están poniendo los medios necesarios para arreglar la situación”.
➡️ Recibe GRATIS la información relevante en tu correo a través de nuestro Newsletter
Suscríbete a nuestro canal de YouTube